"Milosevic podrá retrasar su fin, pero no impedirlo"
Vojislav Kostunica se presenta a las elecciones de hoy al Parlamento y a la presidencia de Yugoslavia como rival del jefe del Estado, Slobodan Milosevic. Este jurista de 56 años y jefe del pequeño Partido Democrático de Serbia es candidato de la coalición de la oposición DOS, compuesta por 19 agrupaciones, que cuenta claramente con el apoyo de los electores. Pero su victoria es dudosa, ya que se espera un gran fraude.Pregunta. Los sondeos de opinión apuntan que usted y su coalición llevan ventaja en las elecciones. ¿Dejará el presidente Milosevic voluntariamente el poder?
Respuesta. Difícilmente puede esperarse. En 1996 ni siquiera estaba dispuesto a reconocer la derrota de sus socialistas en las elecciones municipales. ¿Por qué iba a renunciar ahora a la presidencia? El ataque contra mí la semana pasada en un acto electoral en Mitrovica fue organizado por el régimen. No fueron sólo tomates y huevos lo que lanzaron, también tiraron piedras.
P. Si Milosevic trata de manipular las elecciones, ¿lo aceptará la oposición por las buenas?
R. El día de las elecciones se acabará eso. Lo que ha tenido lugar hasta ahora ha sido una de las campañas más sucias y primitivas que se han dado en Yugoslavia. Nosotros, la oposición, fuimos difamados como la escoria de la sociedad. El fraude es algo que prevemos, sobre todo en Kosovo. Y a mí me asombra la perfecta sintonía que parece existir a este respecto entre los intereses de la comunidad internacional y los de Milosevic.
P. ¿Qué pasará si la coalición de izquierdas del jefe del Estado roba la victoria a la oposición?
R. En ese caso preveo protestas espontáneas en las calles, pero posiblemente de muy larga duración. Entonces el pueblo dirigirá al partido, y no al revés. Es posible que pudiéramos soportar durante algún tiempo la miseria económica, pero no que continúe la manipulación de nuestros votos. Como oposición, somos responsables de los votos que se nos dan.
P. El ministro de Asuntos Exteriores griego, Yorgos Papandreu, considera que su reciente visita a Belgrado fue un último intento para impedir que Milosevic tergiversara las elecciones. En caso contrario, se producirán nuevas sanciones. ¿Contra Milosevic sólo vale una demostración de fuerza?R. Yo no puedo descartar que los desórdenes en Yugoslavia provoquen una intervención extranjera. Sin embargo, no creo en una nueva intervención de la OTAN. Eso sería una catástrofe para el país. Partiendo de una situación semejante, tampoco la oposición dispondría de espacio político. El ejemplo de la República Serbia de Bosnia demuestra que, bajo el protectorado de la comunidad internacional, la política ha perdido todo sentido.
P. De cualquier forma, usted espera en las próximas semanas la protección de Occidente. ¿Qué debe hacer Occidente entonces?
R. Milosevic ha dejado como coartada a sólo un puñado de observadores electorales elegidos en el país. Por tanto, Occidente debería confiar tras las elecciones en nuestros cálculos y análisis. Nosotros estamos en situación de vencer solos al dictador. Además, el partido socialista se dividirá en cuanto se difunda la derrota de Milosevic. A muchos policías ya les molesta actualmente el tener que controlarnos o crearnos dificultades.
P. Usted contempla el futuro de Yugoslavia al lado de Rusia y de Europa. ¿Por qué le molesta el papel de Estados Unidos en los Balcanes?
R. Porque difícilmente redunda en beneficio de Europa. Creo, sin embargo, que la implicación que ha tenido EE UU hasta ahora en los Balcanes va a reducirse. En lo que se refiere a nuestra proximidad con Rusia, yo considero la presencia rusa en Yugoslavia como un importante factor político. Rusia es parte de Europa, y Europa comprende nuestros problemas mejor que EE UU. También nuestros intereses económicos van en la dirección de Europa. Nos interesa ante todo la ayuda del capital alemán.
P. Hasta ahora usted ha dicho que quiere evitar contactos con los países europeos que participaron en los bombardeos de Yugoslavia por la OTAN.
R. Los serbios no podrán olvidar jamás aquellos bombardeos nocturnos o dejarían de ser serbios. En mi alma, los ataques permanecerán siempre como una herida abierta, que duele sobre todo cuando hablo con políticos occidentales que llaman a nuestras víctimas "daños colaterales". Con todo y con eso, yo digo que Milosevic podría haber evitado esa guerra. Él es el principal culpable.
P. La oposición serbia espera privilegios comerciales de Estados Unidos, una rescisión de la deuda y apoyo para la introducción del marco alemán como segunda moneda. ¿Entregaría como contrapartida a Milosevic al tribunal que juzga los crímenes de guerra en La Haya?
R. El mayor crimen, que pesa más que los crímenes de guerra, lo ha cometido contra el pueblo serbio. Por lo demás, el responsable de un proceso de extradición es el Parlamento.
P. Si derrotara a Milosevic, ¿cuáles serían sus prioridades como presidente yugoslavo?
R. Me concentraría en el primer año y medio de mandato y convocaría inmediatamente nuevas elecciones parlamentarias. Los nuevos diputados, en primer lugar, deberían elaborar una nueva Constitución.
P. Independientemente del resultado de las elecciones federales, los socialistas seguirán en el poder en Serbia. ¿Cooperaría usted como presidente yugoslavo con Milosevic?
R. Lo intentaría. En otros países democráticos es perfectamente normal que colaboren diversos partidos. Las relaciones entre la oposición y los socialistas deberían regularse de un modo civilizado. No somos bosquimanos. También los adversarios políticos deben poder hablar entre sí.
P. Milosevic podría desafiarle a usted y al Parlamento federal, porque Serbia tiene derecho a no poner en práctica leyes federales en su territorio. ¿Qué pasaría entonces?
R. Entonces se produciría una crisis constitucional. Pero una cosa es segura: es posible que Milosevic logre retrasar su fin un tiempo, pero no podrá impedirlo.
P. El líder albanokosovar Hashim Thaçi ha declarado que Kosovo será independiente, gane quien gane las elecciones. ¿Ha perdido Yugoslavia definitivamente la provincia?
R. La intervención de la OTAN en Kosovo ha sido un gran fiasco. No se ha logrado nada. El caos es mayor que antes. Pero la situación es la que es. Las tropas de la Kfor seguirán durante mucho tiempo en Kosovo. Esperar un retorno de nuestro Ejército sería un puro espejismo.
P. Sus enemigos le han reprochado no ser un verdadero patriota. ¿Es usted nacionalista?
R. El nacionalismo estadounidense es más extremo que el mío, porque se extiende por toda la esfera terrestre. Mi preocupación se refiere exclusivamente a la situación de mi pueblo, sin predominio sobre ningún otro pueblo.
© Der Spiegel
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