La calle también es nuestra
Ese lema, que el movimiento feminista adoptó en los años 70 para denunciar la violencia callejera de los hombres contra las mujeres, debería ser en este momento una de las consignas de los demócratas de este país. Es cierto que el entorno de ETA jamás se ha caracterizado por el respeto a los demás (las amenazas verbales, las pintadas, las bombas, los asesinatos y las extorsiones, siempre han estado ahí), pero lo que está ocurriendo últimamente en las calles de Euskadi clama al cielo.Probablemente hubo tiempos peores, no lo sé, pero yo me siento como en los peores tiempos del franquismo, claro que con un agravante: entonces sabíamos cuál era la solución (derrocar al dictador y sustituir el autoritarismo y el fascismo por la democracia). Ahora, en cambio, todo es mucho más complicado, sobre todo desde que el nacionalismo democrático se ha apuntado a las tesis de los terroristas. Si cuando mataron a Miguel Ángel Blanco me mostré escéptica con los partidos, hoy soy más bien pesimienta. Sólo confío ya en la ciudadanía de este país, en parte de la ciudadanía, para ser más clara.
Por ello, me sumo a la convocatoria de la iniciativa ciudadana Basta ya del próximo día 23 en San Sebastián, e invito a todos los demócratas a manifestarse contra ese fascismo y en defensa del Estatuto y la Constitución.- Begoña Muruaga. Vitoria.
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