Un tendido eléctrico provoca el traslado de una escuela en Cercs
Una línea eléctrica ha forzado el traslado de una escuela en el municipio de Cercs (Berguedà). Tras meses de protestas y debate sobre los efectos nocivos que podía tener sobre la salud de los alumnos la presencia de la instalación eléctrica junto a la escuela, los padres lograron que el Ayuntamiento y Fecsa se pusieran de acuerdo para el traslado de la línea, operación que se debía llevar a cabo antes de finales del año pasado. Pero la negociación fracasó. Tres de los cinco propietarios afectados por el traslado se opusieron a que el tendido eléctrico pasara por encima de sus tejados, por la misma razón por la que los padres exigían que la línea no pasara cerca de la escuela. La solución acordada entre el Ayuntamiento y el Departamento de Enseñanza de la Generalitat ha sido el traslado del centro escolar.A partir del próximo mes de enero, los 90 alumnos de la escuela pública Sant Jordi del núcleo de Cercs, construido cuando las aguas del pantano de la Baells cubrieron la población de Sant Salvador de la Vedella, tendrán su centro educativo en el que hasta ahora era el hogar del jubilado.
Las primeras consideraciones nes del Departamento de Enseñanza, que la delegada territorial expuso el pasado martes a los afectados, indican que el traslado del centro es posible sin que haya pérdida de calidad educativa. Ahora la solución sólo depende del diagnóstico de los técnicos del citado departamento, que en los próximos días analizarán las posibilidades que ofrece el nuevo espacio.
Informe técnico
Un grupo de padres, alertados por problemas de salud de los menores, entre los cuales figuran dos casos de muerte por cáncer, iniciaron una batalla para poder sacar la torre eléctrica de las proximidades de la escuela. Un informe encargado por el Ayuntamiento y elaborado por el profesor Fidel Franco, de la Universidad Politécnica de Cataluña, dio parte de razón a los padres al reconocer la existencia de riesgo para la salud de las personas que están a menos de 250 metros de distancia del citado tendido.Fecsa accedió al traslado de esta línea de 225.000 voltios y 900 amperios si el Ayuntamiento pagaba los costes y éste consiguió la financiación necesaria, pero surgió el veto de los propietarios de los edificios por donde tenía que discurrir la nueva línea.
Actualmente, 13 niños del pueblo no acuden a la escuela, y por el momento la Generalitat no ha dado soluciones a su problema con vistas al futuro inmediato. Los padres de estos menores tienen claro por qué no llevarán a sus hijos al colegio. "Estamos ante una disyuntiva: o tenemos los hijos analfabetos o cadáveres. Hemos escogido la primera opción", sentencia Germán Sánchez, portavoz de los padres y presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Jordi.
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