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Aznar lanza a Piqué como líder del PP en Cataluña para disputar el poder a CiU

"No acostumbro a clausurar congresos del PP en ninguna comunidad autónoma y no he venido a dar dos capotazos". José María Aznar, presidente del Gobierno y del Partido Popular, quiso dar solemnidad ayer a su presencia en el acto de clausura del IX congreso del PP catalán. El objetivo era lanzar al ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, como líder de un "nuevo proyecto" de centro catalanista capaz de disputar el poder a CiU tras 20 años de gobierno nacionalista en la Generalitat. Aznar bendijo los planteamientos de Piqué y desautorizó los del ex líder regional Aleix Vidal-Quadras.

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Aznar dibujó la Cataluña del futuro en la que su partido debe desempeñar un papel primordial. "Hoy [por ayer] nace en Barcelona un proyecto político", dijo el presidente del Gobierno, para quien el ministro de Asuntos Exteriores expresa fielmente el "nuevo espíritu" del PP catalán. "Tenemos un gran dirigente que tiene mucho que aportar a la política internacional, a la española y desde luego también a la catalana", afirmó Aznar.El presidente del PP lo podía decir más alto, pero no más claro: Piqué es la gran esperanza del PP para llegar al poder en Cataluña, con la mirada puesta en el pospujolismo y en las próximas elecciones a la presidencia de la Generalitat, previstas para el año 2003. "Cataluña se acerca a un punto interesante de inflexión política; soplan aires de renovación", subrayó Aznar.

El presidente del Gobierno, además, hizo suyas las tesis catalanistas de Piqué, duramente contestadas el sábado por el eurodiputado Aleix Vidal-Quadras, e hizo un llamamiento a los militantes, incluido el propio ex líder regional, para que las acaten: "Los trabajos del congreso representan el nuevo proyecto del PP de Cataluña y deben servir de referencia a nuestros representantes en todo momento", dijo el presidente del PP en un auditorio del que se hallaba ausente Vidal-Quadras.

El eurodiputado trató anteayer de rebajar el tono catalanista de la ponencia presentada por Piqué con el fin, dijo, de evitar "mutaciones bruscas" del partido, pero sus enmiendas fueron ampliamente derrotadas: con todo el aparato del partido volcado en su contra, las observaciones de Vidal-Quadras obtuvieron sólo el apoyo del 5% de los votos en comisión.

En su discurso de ayer, Aznar se refirió incluso al núcleo del discurso vidalquadrista, basado en el supuesto problema lingüístico en Cataluña. "En la calle no existe problema [lingüístico] alguno; el bilingüismo es una joya que todos debemos conservar", subrayó entre aplausos.

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El espaldarazo de Aznar a Piqué fue también un mensaje inequívoco para el reelegido presidente regional, Alberto Fernández Díaz: a pesar de que el ministro de Exteriores no desempeña ningún cargo ejecutivo en el PP catalán, quedó claro que Piqué es el principal activo del partido en Cataluña. Aznar le dedicó continuos elogios, entre ellos el de "gran dirigente", pero fue mucho más comedido con la cúpula regional.

Financiación estable

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Aznar propone enterrar los viejos contenciosos entre Cataluña y el resto de España

En su intervención ante los compromisarios del PP catalán, Aznar consideró agotado el discurso de Convergència i Unió, a la que nunca mencionó explícitamente. "La reivindicación permanente bloquea las posibilidades de futuro de Cataluña", destacó.Por todo ello, ha llegado el momento, a juicio de Aznar, de definir un modelo de financiación estable y poner techo al edificio autonómico. "Cataluña y el resto de España deben mirar al futuro y enterrar los contenciosos del pasado", subrayó.

El secretario general de Convergència Democràtica (CDC), Pere Esteve, que había seguido la intervención de Aznar desde la tribuna de invitados, declaró que el giro del PP "es un intento de OPA hostil al nacionalismo catalán". El secretario general de CDC, al igual que lo hiciera el día anterior el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, puso en duda el giro catalanista por la decisión del Gobierno de Aznar de no incluir distintivo autonómico en las nuevas matrículas de los automóviles.

Los dirigentes del Partido Popular han querido evitar durante el congreso que el giro catalanista alarme a sus propios militantes. Por ello, la mayor parte de intervenciones quisieron dejar claro de puertas adentro que, en contra de lo expuesto por Vidal-Quadras, el partido no ha alterado significativamente sus señas de identidad en Cataluña. En todas las intervenciones, los oradores subrayaron que el catalanismo del PP, en contraposición con el nacionalismo de CiU, tiene como objetivo fortalecer el "proyecto común" de España.

El propio Piqué, que lleva menos de dos años afiliado al partido, quiso hacer explícita su adhesión a la trayectoria de la formación en Cataluña y él mismo minimizó la importancia de su ponencia: "No hay tal giro catalanista, sí una clara línea de continuidad", aseguró el ministro, quien añadió: "El catalanismo integrador forma parte de la historia del partido".

El acto de clausura del IX congreso del PP contó con la presencia de representantes de todos los partidos políticos parlamentarios, así como de los máximos dirigentes de UGT y Comisiones Obreras.

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