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El Centro Cultural El Monte repasa dos siglos a través de 28 obras en papel de su colección

Hasta no hace mucho, el papel era para los artistas un soporte provisional, un boceto de una obra definitiva. Ahora se ha convertido en un elemento de la creación plástica con valor por sí mismo. La exposición que el Centro Cultural El Monte tiene abierta en Sevilla muestra algunas de las piezas más significativas de sus fondos en las que se refleja esta evolución. José y Luis Jiménez Aranda, Sánchez Perrier, José Villegas, José Caballero, Alfonso Fraile, Luis Gordillo, Manuel Salinas y Miguel Ángel Campano son algunos de los artistas que figuran en la exposición.

Obra en papel en la colección El Monte reúne hasta el 8 de octubre piezas de autores del siglo XIX y XX. La muestra, abierta en las salas de la colección permanente de esta institución, tiene dos montajes independientes y enfrentados: uno para las obras más clásicas y otro destinado a las creaciones contemporáneas. "La escenificación repercute en la lectura de los cuadros", comenta su comisario, Paco Pérez Valencia. Esta muestra es una selección de 28 piezas, algunas de las cuales se exhiben por primera vez desde su adquisición, como una acuarela de José Villegas de principios de siglo que retrata los jardines del Palacio de la Magdalena de Santander, o la portada del primer número de la revista Onuba (1935), un gouache con tinta de José Caballero. "Esta portada tiene un valor historiográfico porque es la única de aquella revista de turismo, que se agotó en el primer número".

De José Jiménez Aranda se cuelga Boceto para Galanterías, una obra en cartón de finales del XIX, y de su hermano Luis, poco conocido porque trabajó en Francia, una acuarela de Pontoise. Otra que se muestra por primera vez es Paisaje de Alcalá, una acuarela de Manuel García Rodríguez, fechada en 1899. Cuatro dibujos no exhibidos en la exposición monográfica que se le dedicó a Emilio Sánchez Perrier hace unos meses, realizados con lápiz grafito, tinta, carbón y pastel, pueden contemplarse en ésta.

Obras de Gustavo Bacarisas (un gouache titulado Moro con niño, de principios de siglo), Ricardo López Cabrera o Pedro Gómez, un pintor éste que tuvo gran influencia en los artistas onubenses contemporáneos, completan la primera sala, que se cierra con una aguada de Caballero que sirve de enlace con el resto de la colección.

En la segunda sala se han colgado las piezas más contemporáneas. "Aquí, el papel ya no es un soporte provisional sino una obra acabada que suelen utilizar los artistas por su inmediatez y frescura y porque requiere menos tiempo en su ejecución que el óleo". La pieza más valiosa, de finales de los setenta, la firma el sevillano Alfonso Fraile y se llama 120 personajes. Fue adquirida en Sotheby's hace cuatro años por casi tres millones y medio de pesetas.

De Luis Gordillo se ha elegido una pieza de 1978, Nueve escenas, realizada con técnica mixta. "Es una obra que está a caballo entre el primer Gordillo pop y el actual, más informalista", precisa Pérez Valencia. Manuel Salinas muestra un monotipo -obra gráfica de edición única manipulada por el artistade los años setenta.

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Miguel Ángel Campano exhibe dos piezas sin título hechas con tinta adquiridas en la edición de Hotel y Arte de 1998 y Juan Navarro Baldeweg dos acrílicos de 1980, llamados Vencejos. De reciente adquisición son las obras de Paco Reina, un collage con temple-cola, tinta y recortes de papel de Alberto Matasanz y otro de Curro González. La exposición incluye también un collage de Paco Molina, un recortable sobre el cuerpo humano firmado en 1970, y concluye con una obra de Pedro Simón en la que ha empleado tinta, grafito, ceras y hasta papel higiénico.

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