Los nueve niños rusos que están en Asturias en situación irregular podrán ser adoptados

Los nueve huérfanos rusos que desde hace más de un año permanencen en situación irregular en Asturias podrán ser adoptados por las familias que los acogen el próximo mes de octubre, anunciaron ayer en Oviedo el consejero de la Embajada de Rusia en España Ivan I. Zherebtsov y la representante del Departamento de Adopción y Acogimiento de Tula (región de procedencia de ocho de los muchachos), Tatiana Stoliarova. Las autoridades rusas han exigido que los futuros padres tramiten la adopción en Rusia, pero han eximido a los pequeños de acompañarles.

"Una vida feliz"

Los niños, de entre 10 y 14 años de edad, tenían que haber regresado a Rusia el 30 de agosto de 1999 al no haber sido renovados los permisos anuales de estudio por los que permanecían acogidos desde dos años antes por familias de Oviedo, Blimea, La Felguera, Ribadesella, Siero y Mieres. Desde entonces, y pese a la reiterada exigencia de repatriación de los niños por parte de los directores de los orfanatos de los que proceden, -que son sus tutores legales-, las familias han mantenido su negativa a devolver a los niños. El consejero de la Embajada de Rusia en España, Iván I. Zherebtsov, y la representante del Departamento de Educación, Adopción y Acogimiento de Tula, Tatiana Stoliarova, dieron ayer por seguro, tras visitar a los nueve niños y a las familias que los acogen, que su país autorizará a principios de octubre la adopción por los matrimonios con los que viven desde hace tres años (los dos primeros con permisos de estudios, y el último de manera irregular).

Stoliarova llevará a Rusia documentos de los menores en los que expresan su deseo de ser adoptados por sus actuales familias, junto con fotografías de los muchachos y de las condiciones en las que viven. A ello se sumará un informe favorable de la responsable de Educación de Tula para que se acceda a autorizar la adopción. Con esta documentación y el dictamen de Tatiana Stoliarova se eludirá el requisito que exige la comparecencia de los niños ante los juzgados que deben ahora decidir su futuro.

"Hemos visitado sus casas y sus dormitorios. Los hemos visto alegres y queridos. Los muchachos han encontrado una vida feliz en Asturias, viven en buenas condiciones y están bien atendidos, se sienten queridos y son tratados con el mismo cariño y atención que los hijos de los matrimonios con los que viven", señaló Stoliarova. "Los niños quieren ser adoptados por las familias que los acogen, llaman papá y mamá a las personas con las que viven, y ésto es lo prioritario y lo fundamental", recalcó. Por su parte, Zherebtsov agregó que las autoridades rusas son conscientes de que "las familias ya no se imaginan la vida sin estos niños después de tres años de convivencia".

Los padres reiteran su oposición a desplazarse a Rusia, y piden que se les permita formalizar la adopción en la Embajada. "Sabemos que la legislación rusa permite esa posibilidad", señaló Jaime Simón, minero prejubilado, padre de tres hijas y que desde hace tres años acoge a una niña rusa, Vera, de 12 años. "Desde que estalló el conflicto llevamos gastados más de dos millones de pesetas en gestiones, aún no hemos pagado al despacho de abogados y no nos podemos permitir viajar a Rusia", declaró.

Vicente Iglesias, que tiene en su hogar a otra niña, Galina, de 14 años, se expresó en términos más conformistas: "La salida que nos dan es buena, pero viajar a Rusia supone unos gastos con los que no contábamos. Tenemos que tomar una decisión porque los niños se están haciendo mayores y no pueden seguir sin documentación ni pasaporte".

El consejero de la embajada de Rusia en España y encargado de asuntos consulares, Ivan I. Zherebtsov, fue ayer contundente en la exigencia inexcusable de que tanto el padre como la madre de adopción viajen a Tula para que comparezcan ante el juzgado y firmen la documentación.