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El Ayuntamiento de Vitoria creará en octubre la figura del Defensor del vecino

El Ayuntamiento de Vitoria aprobará con toda probabilidad en el mes de octubre la creación del primer defensor del vecino, también denominado Ombudsman municipal o síndico, del País Vasco. La intención del alcalde, Alfonso Alonso, máximo impulsor de la iniciativa, pasa por contar para este puesto con el ex concejal y ex senador socialista por Álava, Augusto Borderas. Hasta el momento PNV e IU han sido los únicos grupos opuestos a la iniciativa por entender que duplicaría competencias con el Ararteko, además de incrementar la burocracia municipal.

Interferencias

El proyecto se perfiló en el pleno municipal de ayer. Todos los grupos apoyaron unámimemente la adhesión de Vitoria a la denominada Carta Europea de salvaguarda de los derechos humanos en la ciudad, un documento que reitera la vigencia de los derechos fundamentales en el ámbito local como norma prioritaria. La asunción del texto incluye el compromiso de crear el ombudsman municipal, una institución "independiente e imparcial" nacida como "garantía de los derechos humanos de proximidad". Sin embargo, las portavoces de PNV e IU manifestaron sus discrepancias con la incorporación de esta figura. Marisol Bengoa, portavoz de IU, aseguró que "no es necesaria", por existir ya el Defensor del Pueblo estatal y el Ararteko en Euskadi, y porque "alrededor de él se creará una nueva estructura burocrática".

De "prestigio reconocido"

La nacionalista María Jesús Aguirre coincidió en el argumento: "Puede producir interferencias con el ararteko, que por otro lado no necesita intermediarios". Pero Alfonso Alonso se remitió al informe del año 1999 del propio Xabier Markiegi en el que destacaba que "estas figuras [los síndicos] podrán aportar un cauce cualificado de atención a los ciudadanos, siempre que cuenten con las suficientes garantías orgánicas de autonomía e independencia". El primer mandatario vitoriano señaló que ya había mantenido conversaciones con el ararteko y con otros defensores del pueblo autonómicos sobre el tema hace varios meses, en las que se pusieron sobre la mesa experiencias similares en otras localidades españolas "que funcionan razonablemente bien".

Alonso no cree que se trate de una "extravagancia", sino de un mecanismo más de garantía "destinado a los ciudadanos y no a la autocomplacencia del gobierno municipal, que precisamente va a ser el objeto de las críticas y quejas". Sobre el reglamento que regirá esta nueva institución, el alcalde dijo que se encuentra en fase de elaboración, aunque definió sus atribuciones: "Estar al tanto del grado de cumplimiento de los derechos humanos por parte de la institución municipal, estar cerca de los ciudadanos escuchando la voz de la calle y transmitiendo las sugerencias". Esto se realizará, añadió, a través de un informe anual y por medio de las comparecencias que soliciten los grupos.

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Alonso definió a su candidato, Augusto Borderas, como una persona de un prestigio "reconocido por todo el mundo". Su designación, que el alcalde prevé que pueda realizarse en un pleno del mes de octubre, deberá contar con el respaldo de una mayoría cualificada de los grupos "igual que ocurre con el Ararteko". Junto al Ombudsman municipal, el alcalde avanzó la creación de otra figura que aparece asimismo en la carta europea y que se denomina Comisión de Alerta. Se trata de un foro formado por ciudadanos "independientes y representativos de varios sectores sociales", así como posiblemente también por concejales, cuya atribución será evaluar de una manera periódica la aplicación en la ciudad del texto de derechos humanos, "artículo por artículo".

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