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Milosevic pasa al contraataque para frenar el crecimiento del voto al opositor Kostunica

El hombre fuerte del régimen de Belgrado, el presidente de Yugoslavia Slobodan Milosevic, contraataca ante el auge del candidato más fuerte de la oposición, Vojislav Kostunica. Milosevic intervino ayer en un mitin en la fábrica de Zastava, destruida por las bombas de la OTAN. La policía del régimen incrementa la represión contra la oposición. Al tiempo, la Fuerza Internacional de Paz para Kosovo (Kfor) advierte a la esposa de Milosevic, Mira Markovic, que se abstenga de visitar la provincia serbia administrada por la ONU si no tiene permiso previo para realizar un mitin.

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Milosevic se prodiga poco durante la campaña para las elecciones presidenciales y legislativas del próximo 24 en Yugoslavia. El jerarca de Belgrado ha optado por el lavado de cerebro del electorado en la televisión y contadas apariciones en mítines.Ayer, Milosevic saltó al ruedo en la fábrica de Zastava, en Kragujevac, Serbia central, 120 kilómetros al sur de Belgrado. Las bombas de la OTAN destruyeron la fábrica, que producía coches y armas ligeras, y sumieron en la miseria a miles de trabajadores. Según la agencia oficial Tanjug, 25.000 personas se congregaron ayer en Zastava para escuchar cómo Milosevic alababa su heroísmo durante los bombardeos y les prometía tiempos mejores.

No tuvo Milosevic el menor empacho en afirmar: "Habéis defendido y reconstruido Zastava, así como todo el pueblo ha triunfado en la defensa y reconstrucción del país". Añadió Milosevic: "Vosotros en Zastava y cualquiera en nuestro país tendrá más ingresos, más tiempo libre, mayores niveles de vida y mejores condiciones para los cuidados médicos y la educación".

Menester lo tiene la depauperada población serbia. Según informa el corresponsal de Efe en Belgrado, "Serbia está en una miseria agobiante. Los hospitales envían a sus casas a enfermos graves los fines de semana para que puedan comer. El fin del bloqueo occidental es una cuestión de vida o muerte, que sólo se solucionará con la caída del presidente".

Por si no basta la zanahoria de las promesas electorales, la policía serbia recurre también al palo y la represión. Ayer les tocó el turno a cinco militantes del partido opositor Alianza Cívica, detenidos en su cuartel general electoral en Belgrado junto con un abogado. Gasa Knezevic, también abogado y dirigente de la Alianza, uno de los partidos unidos bajo la candidatura presidencial de Vojislav Kostunica, declaró que los policías se llevaron los ordenadores y pasquines.

Los que llevan la peor parte en este juego del gato y el ratón con la policía son los militantes de la organización juvenil de oposición Otpor (Resistencia). Según la organización humanitaria norteamericana Human Rights Watch, entre agosto y principios de septiembre la policía detuvo a unos 250 militantes de Otpor. Un informe de la organización publicado ayer advierte de que las elecciones no se celebrarán en una atmósfera de libertad y podrían no ser limpias.

Según Rachel Denber, el Gobierno ha realizado una campaña de intimidación y violencia contra la oposición. El brutal abuso de los medios trata de impedir que el electorado se forme una opinión sobre los contendientes." Añade Denber: "Existen numerosos indicios de que las elecciones no serán limpias porque las leyes electorales permiten un fraude incontrolado durante la votación y el escrutinio".

Para la funcionaria de la organización humanitaria, Milosevic necesita la victoria para reducir el riesgo de ser arrestado y procesado y tener que comparecer ante un tribunal de la ONU, acusado de crímenes de guerra.

Las escasas simpatías con que la familia Milosevic cuenta entre la comunidad internacional quedaron ayer de manifiesto con la advertencia de la fuerza de paz para Kosovo (Kfor) a Mira Markovic, esposa de Milosevic, de que no se le ocurra poner los pies sin permiso en Kosovo si no quiere que la rechacen en la línea de demarcación entre la provincia administrada por la ONU y el resto de Serbia. La "doctora y profesora" Mira Markovic, como la llama siempre la prensa del régimen, quería celebrar en Kosovo un mitin de su partido, la Izquierda Unida Yugoslava (JUL), partido marxista que forma parte de la alianza que sustenta al régimen. A petición de la administración de la ONU (Unmik), la Kfor advirtió que impedirá la entrada a Kosovo de Markovic por no haber solicitado un permiso previo, que no parecen muy dispuestos a conceder "por motivos de seguridad".

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