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El Gobierno regala hasta un millón a las familias de renta baja que compren un piso

Vicente G. Olaya

A partir del próximo año, los madrileños que ganen menos de 3,5 millones de pesetas al año y adquieran una vivienda de menos de 20 millones, ya sea de protección oficial o de precio libre, recibirán un cheque de la Comunidad -de hasta un millón de pesetas- con el que podrán hacer frente a las primeras letras. El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, presentó ayer el "cheque-vivienda", un documento que sustituye a todas las ayudas ahora existentes. "Está dirigido", dijo, "a quienes tienen dificultades para afrontar los precios del mercado inmobiliario".

5% del precio

El Gobierno regional ha decidido modificar el actual sistema de ayudas oficiales para la compra de viviendas. Actualmente, el Plan Regional de Vivienda asume, a cargo del presupuesto público, una parte de los intereses hipotecarios que pagan los adquisidores de las nuevas casas. Para beneficiarse de estas ayudas oficiales, los compradores debían ajustarse a un determinado perfil económico y social: fundamentalmente, ganar menos de 3,5 veces el salario mínimo interprofesonal, no contar con otra vivienda y que el piso que quisieran adquirir fuese de protección oficial. Pero el Gobierno regional ha decidido cambiar ahora el sistema de ayudas para hacerlo más ágil y facilitar a los compradores el acceso a los pisos del mercado libre. En concreto, los cambios se plasman fundamentalmente en la creación del denominado cheque-vivienda. El Gobierno entregará este talón -que puede llegar al millón de pesetas- cuando los beneficiarios compren pisos de menos de 20 millones (incluida la plaza de garaje y el trastero si lo tuviesen), ganen menos de 3,5 millones de pesetas brutos al año y no posean viviendas en otra parte de España.

Para las personas que ganen 3,5 millones anuales, el cheque que emitirá la Comunidad será equivalente al 4% del precio del piso adquirido, mientras que para aquéllos que ingresen 2,5 millones, el talón equivaldrá al 5% del precio del inmueble. Otra de las novedades del nuevo sistema es que se ha eliminado la condición de que la vivienda adquirida fuese de protección pública. Ahora, y gracias a la modificación aprobada ayer por el Consejo de Gobierno, los beneficiarios podrán comprar pisos de precio libre e, incluso, de segunda mano y con independencia de los metros cuadrados que tengan. "Esta ayuda económica, directa y de rápida tramitación", según explicó ayer el presidente regional, "está dirigida a aquellos ciudadanos que no pueden acceder a una vivienda de protección pública por superar la renta establecida, pero que a su vez tienen dificultades para afrontar los precios del mercado inmobiliario".

Ruiz-Gallardón anunció que la medida podría entrar en vigor antes del 1 de enero de 2001, una vez que el Consejo Económico y Social haya efectuado su preceptivo informe.

Según el máximo mandatario regional, la medida beneficiará a "gran número de ciudadanos", teniendo en cuenta, dijo, que el precio del 60% de las viviendas que se venden anualmente en la Comunidad está por debajo de los 20 millones.

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Desde la Consejería de Obras Públicas se explicó ayer que el Plan Regional de Vivienda (1997-2000) destinó el año pasado unos 10.000 millones de pesetas en ayudas a la adquisición de casas. Las fuentes consultadas reconocieron que este plan ya recogía la posibilidad de que la Comunidad subvencionase directamente hasta un 5% del precio de los pisos adquiridos. "Pero esa medida tenía muy escasa implantación porque sólo afectaba a las casas calificadas de protección pública y que se ajustasen a las características que imponía el Plan Nacional de Vivienda. Ahora, en cambio, con el cheque-vivienda aprobado en el Consejo de Gobierno, las ayudas beneficiarán a más compradores", señalaron.

No obstante, Alberto Ruiz-Gallardón reconoció que el importe de estos cheques-vivienda "será semejante" a lo que la Comunidad venía aportando anteriormente con otro tipo de ayudas.

Además de esta nueva fórmula de subvención, el Consejo de Gobierno aprobó ayer otras modificaciones relacionadas con las viviendas protegidas. Hasta ahora, las casas de protección oficial destinadas al arrendamiento no podían superar los 150 metros cuadrados; ahora sí lo podrán hacer, siempre y cuando estén destinadas a familias numerosas. Igualmente, las viviendas de protección pública (VPP) podrán perder esta calificación cuando hayan transcurrido diez años desde su calificación definitiva y siempre que no se deriven perjuicios para terceros.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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