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Azkuna ante el juez, el día 20

Vecinos de la zona de alterne de Bilbao exigen el cierre definitivo de tres clubes

La guerra entre vecinos de la zona de alterne de Bilbao de General Concha y los propietarios de los clubes se ha recrudecido en los últimas semanas con el traslado de la actividad de prostitución a pisos de la zona. Los vecinos han montando retenes de vigilancia los fines de semana y graban con cámaras a los cientes. En los últimos días se han producido enfrentamientos y amenazas. "Exigimos al Ayuntamiento que cierre los tres locales precintados", señalan. La próxima semana se runirán con el concejal de Urbanismo, Ibon Areso.

Los vecinos del número 42 de la calle General Concha de Bilbao, donde se acumula el mayor número de locales de alterne de la ciudad, regresaron a finales de agosto de las vacaciones estivales y se encontraron con una desagradable sorpresa: uno de los dos pisos de la primera planta del inmueble era un trasiego de prostitutas y clientes desde las seis y media de la tarde hasta casi las cinco y media de la madrugada. Los ocupantes de la vivienda situada frente al piso de citas, una pareja de ancianos, y los únicos que habían permanecido en verano, de las ocho familias que residen en el inmueble, habían soportado de manera impotente las molestias durante casi dos meses. La situación se repite en el número 37 de General Concha y en el portal número 8 de Pablo Picasso, en las cercanías. "Tenemos miedo: estamos acojonados", asegura un vecino del número 42, que pide que no se le identifique "por temor a represalias". El concejalde Urbanismo, Ibon Areso, reconoció ayer que los nuevos acontecimientos han causado "una gran alarma social".El pasado 4 de julio, el Ayuntamiento de Bilbao dio un giro a su intención de cerrar los tres clubes de alterne que se negaban a acatar la orden de cese del ejercicio de la prostitución en sus dependencias y se limitó a precintar las habitaciones donde se ejercía. La actuación de la Policía Municipal respondía al cumplimiento de la normativa municipal, aprobada en mayo de 1998 en pleno municipal; la primera que existe en España sobre regulación de establecimientos de alterne. Los tres clubes afectados son Belle Epoque, Calígula y Pijama, y con la medida, el Ayuntamiento de Bilbao les impedía el alterne pero les dejaba servir bebidas ya que disponen de licencia de cafetería. Sin embargo, los responsables de los locales advirtieron de que no acatarían la orden.

La comunidad de propietarios de General Concha 37 asegura que la Policía Municipal de Bilbao tiene pruebas de que, tras el precinto de los cuartos, la prostitución se ejerce en otras dependencias. Pero, además, los clubes sirven de contacto para las citas, que luego se trasladan a las viviendas. Todos los días hay un trasiego de 15 o 20 chicas con sus clientes. Muchos están borrachos, orinan fuera, tiran los preservativos en la escalera, para fastidiar, hacen ruido, en fin; así que tuvimos que tomar medidas disuasorias, y de manera rápida", explica un vecino.

A mediados de agosto empezaron a colocarse frente a la puerta del piso los fines de semana. Colocan un foco y graban con un vídeo a todos los que entran a la casa de citas. "Las mujeres y sus clientes vienen acompañados por un encargado del club o por un guardía de seguridad. Nos amenazan con una porra, nos insultan; a los vecinos mayores que viven enfrente les telefonean y se burlan. La última vez, recibieron una llamada a las tres de la mañana que les dijo que era la Ertzaintza y que tenían que abandonar la casa porque había un incendio. No se atreven a salir de casa. El jueves pasado, pincharon las ruedas y rompieron el parabrisas y los espejos retrovisores de la furgoneta de un vecino", relata.

El abogado que representa a los vecinos y una representación de éstos se reunirá la próxima semana con el concejal de Urbanismo, Ibon Areso, y los servicios jurídicos del consistorio, con el fin de buscar una solución. "Nosotros apoyamos al Ayuntamiento pero, una vez que aprobó la normativa [sobre regulación de los clubes de alterne], se durmió en los laureles". Los vecinos "exigen" el cierre de los tres clubes porque "así se acabará el conflicto". Los propietarios de los clubes no se cruzan de manos y han interpuesto una denuncia por coacciones contra la comunidad de vecinos, según informaron ayer. Consideran que las grabaciones que realizan los vecinos atentan contra el derecho a la intimidad. Los vecinos también estudian medidas legales.

El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, declarará ante el juzgado de instrucción número 8 de Bilbao el próximo día 20 en relación con el cierre de tres clubes de alterne de la capital. Ibon Areso, edil del área de Urbanismo del consistorio bilbaíno, le acompañará, según confirmó ayer el propio concejal. La comparecencia de Azkuna responde a la denuncia que por un presunto delito de prevaricación [tomar una decisión a sabiendas de que es injusta] presentó el representante legal de dos de los tres clubes que fueron precintados en junio pasado. "Actuamos siguiendo la ordenanza municipal aprobada en pleno", recordó ayer Areso.Ése reconoció que la actividad de alterne se ha traslado a varios pisos, pero resaltó que "duda" de que el Ayuntamiento tenga capacidad para decretar el cierre de viviendas. "Vamos a explorar qué medidas adoptar", anunció.

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