Viena exige la anulación inmediata

El Gobierno austriaco se mostró irritado por la tardanza de la presidencia francesa de la UE en coordinar la retirada del bloqueo diplomático contra Austria. "Es hora de hacer tabla rasa", porque "el informe de los sabios es inequívoco y está bien argumentado", dijo el presidente, Thomas Klestil. "Trece países miembros de la UE ya me dijeron claramente que están a favor de un final inmediato del boicoteo político", dijo Klestil el domingo, refiriéndose indirectamente al silencio de Francia. El canciller austriaco, Wolfgang Schüssel, del Partido Popular (ÖVP), advirtió de que "si las sanciones fueron decididas en el breve espacio de un fin de semana, deberían poder eliminarse con la misma velocidad". El canciller criticó los temores del ministro francés de Asuntos Europeos, Pierre Moscovici, de que Viena celebre como triunfo propio el fin del aislamiento, porque, según Schüssel, el socialista Moscovici está irritado por las buenas notas que el informe de los sabios dio al Gobierno austriaco. "Ahora se trata de que Europa no pierda la cara", dijo, para añadir que "también Francia puede salvar su cara si se retiran las sanciones" porque "los sabios han ofrecido una solución diplomática al problema".

La ministra de Asuntos Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, confía en que "no tardará en levantarse el bloqueo". En cuanto a las críticas del informe contra el Partido Liberal (FPÖ), opina que sólo se remiten "a su pasado".

En la oposición, socialdemócratas y verdes también esperan la rehabilitación inmediata de Austria en el seno de la UE. Pero el secretario general del Partido Socialdemócrata (SPÖ), Peter Kostelka, recomienda mantener bajo observación al FPÖ, dado que los sabios se mostraron preocupados por su naturaleza de "partido populista de derechas con elementos radicales". El FPÖ, por su parte, no aceptará que lo vigilen después de levantadas las sanciones, dijo Peter Sichrovsky, secretario general del partido derechista.