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Los cambios de la LRU siguen en lista de espera

Los deberes pendientes del ministerio para este curso incluyen también el impulso de otras medidas prometidas por la ministra antes del verano y la consideración de algunas cuestiones de actualidad en el panorama educativo. Éstas son las principales: - Reforma de la LRU. La renovación de la Ley de Reforma Universitaria (LRU) tiene escasas posibilidades de ser abordada ni siquiera mínimamente este curso, dada la apretada agenda de cambios en materia no universitaria anunciados por Del Castillo para este año y el próximo. Esto supondría casi media legislatura transcurrida en balde para planear la compleja modificación de esta ley universitaria, que vienen reclamando los rectores y las organizaciones educativas desde hace ocho años.

- Informe Bricall. Tras la presentación de este documento el pasado mes de marzo en el que se hace una análisis de los cambios que necesita la enseñanza superior para modernizarse, representantes políticos y sociales han reclamado que sirva de punto de partida para futuras reformas, pero el Gobierno no ha manifestado hasta el momento su apoyo al informe.

El texto fue elaborado por el ex presidente de los rectores europeos Josep Maria Bricall por encargo de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas. El documento ha sido sometido a debate en diversos foros universitarios y próximamente será presentado al Parlamento para su posible transformación en iniciativas políticas.

- Distrito Abierto. El distrito abierto universitario empezará a implantarse en el curso 2001-2002, abriéndose inicialmente el 20% de las plazas universitarias a los alumnos de todo el país, con independencia de su lugar de residencia. La escasez de las becas anuales para la movilidad de estudiantes preocupa a los rectores, que han pedido un plan de becas para impulsar este proyecto. La ministra ha recogido la petición, pero no ha asumido ningún compromiso.

- Selectividad. Los precipitados y poco concretos cambios en la selectividad aprobados por Mariano Rajoy provocaron el pasado curso el caos en las comunidades. El Gobierno rectificó en junio algunos aspectos que había aprobado en octubre. Ahora ya ha advertido de que es probable que haya que volver a cambiar la prueba de cara a la implantación del distrito único para evitar desigualdades por los distintos sistemas de valoración de las pruebas de cada comunidad y universidad. Tendrá que ser este curso, puesto que el distrito único empieza a funcionar el próximo.

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