El 'lehendakari' dice que puede seguir gobernando a pesar de la retirada de EH del Parlamento

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, afirmó ayer que la retirada de Euskal Herritarrok (EH) del Parlamento vasco no será un problema añadido para su Gobierno, porque éste no mantenía ya ningún pacto con los radicales. La coalición abertzale ratificó ayer en asamblea la propuesta de la Mesa Nacional de abandonar la Cámara para situar "todas las energías" fuera de ella. El líder de EH, Arnaldo Otegi, culpó al PNV y EA de este paso por no aceptar su propuesta de "construcción nacional" y lo justificó como recuperación del "análisis clásico de la izquierda abertzale" sobre las instituciones estatutarias.

El Gobierno vasco y el PNV y EA daban ya por descontada desde antes de las vacaciones la decisión que ayer ratificó la asamblea nacional de HB en Durango y que en breve pasará el trámite de su corroboración por las bases de la coalición. Ni en la sede del Ejecutivo de Vitoria ni en la dirección del PNV se mantenía duda alguna sobre el anuncio de ayer, con el que los radicales consuman su involución -justificada por Otegi como "recuperación de las posturas clásicas de la izquierda abertzale- paralela a la vuelta de ETA a los asesinatos. No está claro si de esta decisión se seguirá la no comparecencia de EH a las próximas elecciones autonómicas, ya que los radicales analizan que su abstención constituiría un auténtico regalo para el partido de Xabier Arzalluz.La incomparecencia de EH al próximo período de sesiones, que se presenta crítico para Ibarretxe dada su situación minoritaria en la Cámara, no constituirá, sin embargo, según afirmó ayer, ningún problema adicional para su Gobierno. El lehendakari recordó que hace meses -en febrero, tras el asesinato de Fernando Buesa y su escolta- que el Ejecutivo autonómico rompió su pacto de colaboración parlamentaria con la formación de Otegi. A su juicio, el abandono del Parlamento por EH constituye "un paso atrás importantísimo para la sociedad vasca y para la propia HB".

Esta respuesta, la única expresada desde el PNV, indica que el lehendakari descarta resolver de momento la situación de minoría parlamentaria de su Gobierno (el PNV y EA tienen 27 parlamentarios frente a los 32 que suman el PP, PSE y UA) con la convocatoria de elecciones anticipadas. Ibarretxe, que el día 22 debe afrontar el debate de política general con este nuevo dato en su contra -pese a estar roto el pacto, EH ha salvado al Gobierno en varias votaciones comprometidas-, se quejó del "protagonismo" que se otorga a los radicales.

HB reunió ayer en Durango a su Asamblea Nacional, con la participación de 455 militantes, que asumió la propuesta de la dirección de abandonar el trabajo en el Parlamento vasco, al que se incorporaron con normalidad después de las elecciones autonómicas de 1998, con ETA en tregua y el Pacto de Lizarra en su mejor momento. Las asambleas locales de HB deberán ratificar ahora la decisión. El mismo Otegi que asumió la implicación institucional de su formación se ve ahora en la incómoda posición de retroceder y señalar, obviando el regreso de ETA a las armas, al PNV y EA como culpables de esa recuperación de las posturas "clásicas" de la izquierda abertzale; es decir, el absentismo en el Parlamento vasco (no en el navarro), con la excusa de que es una consecuencia directa del Estatuto y divide territorialmente Euskal Herria. Lo cierto es que la posición histórica de sus militantes navarros a favor de la participación haría imposible un abandono de esta institución sin un grave quebranto interno.

Los abertzales enfatizan su consideración de la Cámara de Vitoria como un instrumento para la "partición" de Euskal Herria. El abandono constituye un medio de aglutinar "todas las energías institucionales fuera, al margen, del Parlamento vasco", al que opondrán "una apuesta institucional de carácter nacional" en busca de la construcción de un "marco soberano", según dijo Otegi.

En su análisis, la negativa de PNV y EA a secundar la propuesta de transición a ese nuevo marco y su anclaje en el autonomismo ha hecho "imposible" el trabajo estable por parte de EH en el Parlamento.