Austria pide el levantamiento inmediato de las sanciones de los 14 países de la UE
El informe de los tres sabios encargados de examinar la situación política en Austria tras la llegada al poder del partido populista de derecha, el FPÖ que acaudilla Jörg Haider, satisface a todos los grupos políticos austriacos sin excepción. Tanto del Gobierno, que siempre consideró injusto el aislamiento diplomático, como de la oposición parlamentaria, convencida de que las sanciones resultan contraproducentes. Austria espera que sus 14 socios de la UE retiren, cuanto antes, las medidas impuestas en febrero contra el Gobierno austriaco, cuando el FPÖ entró en el Gobierno en Viena.
El grupo de expertos, formado por el ex ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, el jurista alemán Jochen Frowein y el ex presidente finlandés Martti Ahtisaari, critica varios aspectos del FPÖ, partido definido como "populista de derechas con elementos radicales" y sanciona en particular al ministro de Justicia Dieter Böhmdorfer, pero considera positiva la labor del nuevo Gobierno. Por eso recomienda a los miembros de la UE retirar las medidas de aislamiento diplomático impuestas contra Austria. "Siempre dije que el informe sería muy, muy bueno", dijo Benita Ferrero-Waldner, ministra austriaca de Asuntos Exteriores, apenas se dio a conocer. Ferrero-Waldner añadió que la evaluación hecha por los sabios constituye "la base correcta" para que los otros 14 miembros de la UE retiren las sanciones. Esto, según su opinión, ocurrirá antes de la cumbre de Biarritz del 13 de octubre.
El canciller federal austriaco, Wolfgang Schüssel, dijo ayer que ahora es el turno de los 14 para acabar "muy pronto" con "esa conducta muy inhabitual", en relación a las sanciones. El Gobierno austriaco considera rehabilitado por completo al FPÖ. "Celebramos el informe como confirmación", dijo anoche la vicecanciller Susanne Riess-Passer, presidenta del FPÖ. Puso de relieve que, según la evaluación, los miembros del gobierno austriaco responden al estándar europeo. "Ninguna crítica contra el FPÖ en el informe tiene peso suficiente como para impedir su participación en el Gobierno o la retirada de las sanciones", dijo.
Por su parte, el presidente de Gobierno de Carintia, Jörg Haider, el hombre fuerte del FPÖ, declaró que espera que el informe de los sabios ponga fin, lo más rápidamente posible, "al trato increíble" impuesto a Austria por sus socios europeos. Según Haider, "Chirac [a quien fue entregado el documento] se verá más presionado de lo que esperaba, porque resulta inofensivo lo que dice el informe sobre el FPÖ". Celebra Haider que los sabios no hayan calificado al FPÖ "ni de extremista de derecha, ni de fascista". No le molestan las versiones sobre la xenofobia en el FPÖ, "porque los sabios saben que Austria, en comparación con otros, es un país inofensivo en este aspecto". No obstante, si las sanciones no son levantadas, dijo Haider, sacará adelante el proyecto de hacer una consulta popular sobre dichas sanciones, que eventualmente facultaría al Gobierno asutriaco a emplear "todos los medios" en las negociaciones sobre la reforma de las instituciones europeas para obtener la suspensión de las sanciones.
Peter Westhenthaler, jefe del grupo parlamentario del FPÖ, considera muy positivo el informe. No le molesta que su partido haya sido catalogado como "populista de derechas con elementos radicales", porque "populista indica el respaldo popular y elementos radicales se encuentran en todos los partidos", opinó.
En la oposición, Los Verdes exigen la dimisión inmediata del ministro de Justicia. No obstante, el dirigente del Partido Verde, Alexander Van der Bellen, se mostró positivamente sorpendido por que los sabios recomendaron la retirada de las sanciones "con más énfasis" de lo que él esperaba.
Para el presidente del Partido Socialdemócrata (SPÖ), Alfred Gusenbauer, el informe es "justo y equilibrado" y "no supone una limpieza del FPÖ", porque son "muy duras las críticas contra la política de justicia y los tribunales constitucionales". Le reconforta que, debido al dictamen de los sabios, el Gobierno finalmente desista de convocar la consulta popular, que "hubiese movilizado aún más el nacionalismo antieuropeo en Austria".
Gusenbauer cree que el aislamiento de Austria dentro de la UE tuvo algunos aspectos positivos: "Contribuyó a iniciar un debate importante y a aumentar la sensibilidad ante el racismo y la xenofobia, a la vez que motivó la precaución del Gobierno en estos temas. Lo malo fue, como constataron los sabios, que las sanciones atizaron las aberraciones nacionalistas".
Desde Nueva York, el presidente de Austria, Thomas Klestil, instó una vez más a los 14 a retirar el bloqueo diplomático.
El texto completo del informe de los tres expertos sobre el Gobierno austriaco se encuentra en www.elpais.es
