El Parc Tecnològic del Vallès se ampliará 56 hectáreas para impulsar la investigación
Una tecnópolis en la que convivan las nuevas tecnologías y actividades de investigación y desarrollo (I + D) con viviendas y mucho espacio verde. Éste es el objetivo que se pretende conseguir con la ampliación del Parc Tecnològic del Vallès y con el desarrollo del Castell de Sant Marçal del Centro Direccional de Cerdanyola, bloqueado desde el año 1976, según lo establece el anteproyecto presentado ayer por el Ayuntamiento de Cerdanyola y la Generalitat. En total, se contabilizarán 217 hectáreas destinadas a residencias, equipamientos, zona verde e industria limpia; 56 de ellas, destinadas a la ampliación del parque. La inversión inicial de la Generalitat superará los 7.000 millones de pesetas.
El Ayuntamiento de Cerdanyola, el Gobierno catalán y los propietarios privados llevaban más de dos décadas librando una batalla y discutiendo el diseño de estos terrenos, al pie de Collserola. El acuerdo ha llegado y el parque tecnológico ha conseguido algo largamente reivindicado: más terreno para satisfacer la demanda de ampliación de las empresas ya existentes y la de otras que quieren instalarse en la zona.
Ramon Roger, secretario de actuaciones concertadas de Urbanismo y Vivienda de la Generalitat, cree que "destinar estos terrenos a la actividad económica es importante porque la dinámica de oportunidad de negocios es muy fuerte". Nuevas industrias que se sumarán al centenar actual en este enclave de Cerdanyola, a un tiro de piedra de la Universidad Autónoma Barcelona.
Otra característica del anteproyecto presentado ayer es, precisamente, que lejos de proponer barreras y parques que parezcan islas verdes, quiere respetar los llamados corredores verdes, con un "alto valor biológico y paisajístico", para enlazar con el parque de Collserola y formar un "sistema unitario".
Con este anteproyecto, Cerdanyola también quiere alejarse de su imagen de ciudad dormitorio. La alcaldesa de la ciudad, la socialista Cristina Real, destacó también que se conseguirá unir la Universidad Autónoma con el parque tecnológico y Cerdanyola. Además, "se van a construir domicilios para jóvenes, algo que esta ciudad necesita al ser la que tiene la población más joven de Cataluña", manifestó Real. En concreto, se edificarán 2.600 domicilios, 12 por hectárea.
El alto porcentaje de propiedad pública de suelo permitirá a la Administración ofrecer estas nuevas viviendas a precios más asequibles que los que se ofrecen en el mercado privado. Las nuevas residencias se distribuirán entre edificios de cinco plantas, con la planta baja destinada a locales comerciales, y domicilios unifamiliares adosados. ¿Para cuándo esta tecnópolis? La primera piedra, en septiembre de 2001.
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