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Fecsa-Enher, condenada a pagar 128 millones a los afectados por un incendio

La compañía eléctrica Fecsa-Enher ha sido condenada a pagar 128,8 millones de pesetas más los intereses generados a los 25 afectados por un incendio forestal que se produjo en el municipio de Calders (Bages) el 1 de julio de 1994. La magistrada del juzgado número 4 de Manresa considera probada la culpabilidad de Fecsa-Enher, atendiendo a informes de la Guardia Civil, los agentes forestales, un técnico de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y un ingeniero técnico agrónomo que coinciden en la acusación.

Los propietarios forestales afectados por el incendio, entre los que se encuentra el Ayuntamiento de Calders, iniciaron un procedimiento judicial por la vía penal acusando a dos responsables del mantenimiento de las líneas eléctricas. Los técnicos fueron absueltos, pero quedó demostrado que el incendio se originó por un fallo de la red. Los afectados recurrieron hasta llegar a la Audiencia de Barcelona, pero ésta también falló en contra de los intereses de los demandantes. Agotada la vía penal, acudieron a la vía civil. Esta jurisdicción ha admitido que está probado que el incendio fue originado por una línea eléctrica y ha resuelto que la empresa que presta el servicio debía pagar por ello.

En la sentencia, la juez condena a Fecsa-Enher, SA, "como responsable del incendio" por "no tener convenientemente adecuada y en situación de buen mantenimiento la línea eléctrica que provocó el mismo".

El informe de la ingeniera técnica agrónoma Lourdes Duocastella presentado por la acusación particular indicaba: "El tendido eléctrico tenía más empalmes de los adecuados, la distancia entre los conductores no era la reglamentaria y tampoco la distancia entre los conductores hacia el suelo, ni la de éste hacia los árboles y la masa arbórea".

En su defensa, Fecsa aseguró que no fue la causante del incendio, sino una afectada más. Según el perito de la compañía, el incendio se produjo por las condiciones naturales, orográficas y meteorológicas de la zona.

En una sentencia anterior, el titular del juzgado número 5 de Manresa establecía como causa del incendio un fenómeno denominado arco voltaico, generado al tocarse dos cables de alta tensión por efecto del viento. El contacto habría provocado una temperatura entre 6.000 y 9.000 grados, que habría causado la ebullición del cobre y la caída al bosque de esferas de este metal fundido. El cuerpo de agentes forestales había advertido en varias ocasiones que la línea eléctrica tenía problemas de mantenimiento.

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