Villalobos reconoce que en la muerte del bebé de Melilla hubo "un error"

La ministra de Sanidad, Celia Villalobos, calificó ayer como "un error en un caso concreto" la muerte de una niña marroquí de tres meses en el Hospital Comarcal de Melilla después de una larga espera sin ser atendida en urgencias. Sin embargo, la necesidad de ampliar personal en el servicio, donde sólo dos médicos por turno atendieron 35.000 urgencias en 1999, fue reconocida en diciembre por su antecesor, José Manuel Romay Beccaría, en su visita a Melilla.

La muerte de la pequeña marroquí Yousra El Founti, que falleció el pasado 26 de agosto en urgencias del Hospital Comarcal de Melilla después de una espera que, según su familia, fue de tres horas -el hospital la sitúa en una hora y media-, ha conmocionado incluso al Defensor del Pueblo, que ayer anunció la apertura de una queja de oficio para investigar los hechos.El Defensor del Pueblo ha solicitado al Insalud, que ayer mismo desplazó a un inspector desde Madrid para entrevistarse con el personal de guardia que estaba aquella noche en urgencias e informar de las circunstancias en que se produjo el fallecimiento de la niña.

La existencia de otras denuncias ha puesto en cuestión el funcionamiento de la unidad de urgencias, cuyas deficiencias, especialmente en lo referente al personal, ya fueron reconocidas por el anterior ministro de Sanidad, José Manuel Romay Beccaría, que prometió durante su visita a Melilla en diciembre de 1999 una ampliación de personal en el servicio, atendido actualmente por dos médicos, tres ATS, un auxiliar de clínica y dos celadores.

La actual ministra, sin embargo, comentó ayer, en declaraciones a la Cope, que "por un error no se puede decir que todo funciona mal, ni siquiera en el hospital de Melilla, ni que los médicos estén siempre de cachondeo, porque no lo están". También explicó que este centro "atiende a diario a miles de ciudadanos marroquíes, sin ningún problema y sin pedir papeles".

Queja de los médicos

Los sindicatos no son de la misma opinión. El responsable de Sanidad de UGT en Melilla, Dris Kaddur, exigió el pasado mes de junio, en nombre de los propios facultativos de urgencias, que el Gobierno cumpliera con su compromiso de ampliar el personal del servicio, ya que a mediados de año, según los datos de UGT, se habían atendido ya 32.000 casos en urgencias del hospital comarcal de la ciudad autónoma. Kaddur afira que "lo único que se hizo fue asignar una ATS más al turno, pero el resto de las peticiones no se atendieron". Según UGT, el tiempo medio de espera en urgencias del Hospital Comarcal de Melilla es de tres horas, y se prolonga aún más en el mes de agosto, con la llegada por vacaciones de inmigrantes marroquíes naturales de localidades fronterizas, llegándose a atender una media de 111 casos diarios.

El responsable de Sanidad de UGT también explicó que una de las carencias más denunciadas en los últimos años ha sido la falta de triaje, esto es, la dotación de un médico y un ATS en la recepción de urgencias para valorar la gravedad de los casos que van llegando y priorizar unos frente a otros.

En el caso de la pequeña Yousra El Founti, que llegó al hospital con fiebre muy alta y síntomas de asfixia, el encargado de recibir a la paciente fue un celador, y sólo cuando ingresó en la sala ante las súplicas de la madre y de otros pacientes y familiares que guardaban cola la examinó un médico.

UGT considera "imprescindible" la presencia física de un pediatra y un tocoginecólogo en urgencias, y sugiere la fórmula de transformación en hospital regional o provincial para acceder a una mayor dotación de medios. El propio delegado del Gobierno en Melilla, Arturo Esteban, calificó ayer en conferencia de prensa como "positiva" la investigación abierta por el Insalud porque "permitirá valorar si este hospital está diseñado para 68.000 personas (la población de derecho de Melilla es de 60.000) o para 300.000, y si es suficiente para todos los casos que atiende".