A favor de los niños
Después de haber recorrido este verano diversos países de Europa, nos ha llamado la atención el montón de ayudas a la infancia que facilitan la vida cotidiana de los niños y sus familias.Por no hacer una lista inacabable, citaremos sólo tres: lugares para cambiar los pañales en trenes, museos, centros comerciales y restaurantes; sillas adaptadas y menús a mitad de precio en los restaurantes; escuelas de verano en las ciudades y campamentos de forma generalizada (en todos los colegios) para los hijos de las familias trabajadoras que permiten compaginar las vacaciones escolares y laborales.
Como sabemos que este año nacen muchos niños -entre otros, el nuestro-, como nos dan risa las ayudas para la infancia que ofrecen nuestros gobernantes y como pensamos que las cosas deben cambiar mucho para que la infancia de este país tenga un verdadero Estado de bienestar, por nosotros y nuestros hijos escribimos esta carta.- Miguel Martínez López y Carmen Romero. Madrid.