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La Guardia Civil tramita desde enero 96 denuncias por desaparición

Algunos casos se resuelven a través del ADN

La Brigada Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia ha recibido desde enero 96 denuncias por desaparición. Más de la mitad se han resuelto favorablemente. Del resto, las investigaciones se mantienen abiertas. En caso de que se agoten todas posibilidades, ofrece a los familiares participar en el Programa Fénix, identificación de cadáveres a través de muestras de ADN.

Muestra clave

Con dos hisopos de algodón estériles ensalivados se inicia el posible principio del fin de una angustia que ha podido durar años. Es el punto en el que se encuentra una mujer de Ontinyent que desde 1994 nada sabe del paradero de su hijo. No quiere creer que esté muerto. Pero menos aún continuar en la incertidumbre. Se ha dejado tomar muestras de saliva en el laboratorio de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia. Cuando éstas lleguen a la Dirección General en Madrid y los especialistas extraigan la información genética, los datos se cruzarán con los de los cadáveres sin identificar de los que se ha podido construir un perfil con muestras de ADN (ácido desoxirribonucleico), componente esencial de los genes. Si la coincidencia se produce, el caso quedará resuelto.Así funciona el programa Fénix, cuyo responsable es el especialista en Medicina Legal José A. Acosta de la Universidad de Granada. La financiación es privada y funciona desde hace un año en colaboración con la Guardia Civil en toda España.

Una veintena de cadáveres sin identificar encontrados en la provincia de Valencia forman parte de ese archivo. Algunos corresponden a personas que fallecieron hace más de diez años. Entre ellos podría hallarse alguno de los 30 desaparecidos que, de los 96 denunciados en Valencia desde enero, no hay rastro alguno. Aunque también puede ser que la persona a la que se busca en la Comunidad muriera en A Coruña, Oviedo, Sevilla o Cáceres. De ahí la importancia de un archivo común de todos los restos no identificados. Se incluyen, además, aquéllos que fueron enterrados -aunque fuera en tiempos pretéritos- sin que nadie los reclamara y con identidad desconocida. Previo permiso del juez, se han exhumado cadáveres y se les han extraído muestras de ADN de sus restos óseos.

En el laboratorio de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia trabajan cuatro personas. En sus mano obra un formulario de compromiso de confidencialidad de los datos que se manejan en el programa Fénix. Las personas que recurran a él para intentar saber si un familiar desaparecido ha fallecido y se encuentra entre los no identificados cuentan con el secreto absoluto.

La clave del éxito está en que la persona que dé muestras de saliva sea la madre de quien desapareció. La razón es que del ADN se extraen dos tipos de información: Una procede de la herencia mitocondrial, transmitida sólo por la madre, y otra en la que aparece el perfil genético del padre. Es importante que quienes den muestra de saliva sean madre, hermanos, hijos o sobrinos de la persona desaparecida. El coste de las pruebas hace que antes de recurrir al Plan Fénix se intente la identificación por huellas dactilares o por la dentadura.Desde que se inició el programa Fénix, sólo dos casos han dado positivo en toda España. Los expertos del Laboratorio de la Comandancia de Valencia aseguran que en la medida que crezca el número de personas que acepten donar muestras y se consigan también de los cadáveres no identificados, más casos quedarán cerrados.

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