Putin crea un consejo consultivo con líderes regionales sin poderes

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó ayer un decreto mediante el cual crea el Consejo de Estado de la Federación Rusa, un órgano consultivo formado por los líderes regionales. Este consejo, que presidirá el propio Putin, es un premio de consolación para los gobernadores y presidentes de las repúblicas que forman la Federación Rusa. Éstos, tras la reforma política aprobada recientemente, han perdido sus escaños en la Cámara alta del Parlamento y la mayor parte de la vasta influencia que tenían hasta que el presidente decidió recortarla.El Consejo de Estado será un órgano exclusivamente consultivo, que se reunirá una vez cada tres meses. El nuevo organismo tendrá su presídium, formado por un representante de cada uno de los siete macrodistritos federales creados por la reforma administrativa de Putin, que busca una mayor centralización del poder. Los siete miembros del presídium rotarán cada seis meses.

La idea de crear el Consejo de Estado la formuló por primera vez el gobernador de Sarátov, Dmitri Ayátskov. El pasado mes de mayo, inmediatamente después de que el presidente Putin presentara a la Duma Estatal el paquete de leyes de reforma administrativa y parlamentaria, Ayátskov dijo que los dirigentes máximos de las regiones debían continuar participando, de alguna manera, en la política de ámbito federal, y para ello propuso la creación de este órgano consultivo, que encontró apoyo tanto entre los gobernadores y presidentes de república como en el mismo Kremlin.

Putin señaló el mes pasado que el Consejo de la Federación, o Cámara alta del Parlamento, posee muchas funciones no relacionadas con la aprobación de leyes, que pueden ser traspasadas al nuevo Consejo de Estado.

Los líderes regionales perdieron gran parte de su influencia después de que se aprobara la reforma del Consejo de Federación, del que formaban parte por derecho propio. La Cámara alta ahora funcionará de forma permanente y estará integrada por representantes de las provincias y repúblicas y no por sus jefes. Esta reforma provocó el descontento de una serie de gobernadores y líderes republicanos que se sintieron apartados.

Con la creación del Consejo de Estado se pretende calmar sus ánimos y evitar que cunda el descontento entre los caciques provinciales, ya que éstos podrían organizar una fuerte oposición al Kremlin y poner obstáculos a las medidas que la administración presidencial trata de implantar.

Putin anunció la creación del Consejo de Estado en la provincia de Samara, en la residencia presidencial de Volzhski Utiós, donde se reunió con los líderes de las regiones que forman el macrodistrito federal del Volga. El presidente dijo que el nuevo órgano será parte del poder Ejecutivo y que lo integrarán los jefes de las 89 regiones que forman actualmente la Federación Rusa.

En esa provincia del Volga, Putin aseguró estar satisfecho con la gestión del Gobierno encabezado por Mijaíl Kasíanov, mientras en la prensa se multiplican los pronósticos de una pronta caída del primer ministro.