EE UU busca una valija diplomática secreta entre los restos del Airbus
El rescate de los restos del Airbus que cayó al mar el pasado miércoles cuando pretendía aterrizar en el aeropuerto de Manama (Bahrein) prosigue en aguas del Golfo, donde buzos de EE UU buscan la valija diplomática que llevaba consigo un correo del Departamento de Estado. Mientras se esperan los resultados de la investigación oficial, diversas fuentes afirman que la excesiva velocidad del aparato pudo provocar la tragedia. Las cajas negras serán analizadas en EE UU.
Problemas en el aterrizaje
El equipo de submarinistas norteamericanos que está participando en el rescate no sólo ha ayudado a rescatar las dos cajas negras del aparato, también busca otra cosa: una valija diplomática secreta que viajaba acompañada del único estadounidense entre las 143 víctimas que viajaban en el avión. El Departamento de Estado ha confirmado que los documentos confidenciales todavía no han sido recobrados pero no ha dado más detalles sobre su contenido. Seth Foti, de 31 años, era uno de los 97 correos que el Departamento de Estado tiene repartidos por todo el mundo para transportar material sensible. Estos correos escoltan todo tipo de valijas diplomáticas (que abarcan desde simples documentos hasta contenedores) que deben permanecer bajo control de Estados Unidos durante su desplazamiento. Seis correos norteamericanos han muerto en accidentes de avión desde 1963.
Fuentes de la Marina aseguraron a la cadena de televisión ABC que los submarinistas poseen una descripción muy general de la valija en cuestión pero nadie sabe exactamente lo que contiene.
Anticipándose a la investigación oficial que realizan las autoridades de Bahrein junto a expertos franceses y estadounidenses, la cadena de televisión CNN aseguró ayer citando fuentes oficiales de Bahrein, que la velocidad y la altitud excesiva del A-320 en su aproximación final a la pista de aterrizaje originaron el accidente. Según esta fuente, en la conversación entre la cabina y la torre de control, los controladores habrían advertido al piloto de que se estaba acercando demasiado deprisa y a una altura que doblaba la adecuada. Tras recibir nuevas instrucciones para corregir los problemas el avión giró e intentó una nueva aproximación. Los controladores volvieron a indicar que llevaba demasiada velocidad y le pidieron que bajara a 2.000 pies. La torre de control pudo comprobar cómo bajaba hasta esa altura y de repente desapareció de las pantallas al llegar a los 1.000 pies. El diario local Bahrein Tribune también apoyó ayer esta hipótesis. Citando "fuentes aeronáuticas", el periódico aseguraba que, debido a su velocidad, "si el avión se hubiera posado habría acabado el recorrido fuera de la pista de aterrizaje". Estas informaciones vienen a confirmar la afirmación realizada el jueves por la televisión oficial de Abu Dabi de que el accidente fue debido a un error humano.
El responsable de los pilotos de la flota de Airbus A-320 de Gulf Air, el capitán Hamid Ali, insistió ayer en descartar "por el momento" esta posibilidad. Ali afirmó que la torre de control no había registrado errores en la maniobra de aproximación. "Parecía normal y todavía estamos intentando determinar qué fue lo que no funcionó". El responsable de Gulf Air subrayó que en ningún momento el piloto dio señales de tener problemas y el tono de su voz era normal. También negó el incendio que, según algunos testigos, se habría producido en un motor.
En Bahrein comenzaron ayer a ser enterradas algunas de las víctimas mientras para hoy se esperaba la repatriación de los 64 ciudadanos egipcios muertos en el accidente. Gulf Air anunció que pagará a las familias "un avance" de 25.000 dólares (4,6 millones de pesetas) por cada víctima.
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