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Londres refuerza la presencia militar en Belfast ante la ola de venganzas

El Gobierno británico ha desplegado más tropas y policías en las calles de Belfast por temor a que continúe la serie de venganzas que esta semana ha dejado tres cadáveres sobre la acera. Los soldados vigilaron ayer de cerca el entierro del segundo paramilitar lealista muerto esta semana, Jackie Coulter, asesinado en medio de la guerra desatada entre los dos grandes grupos lealistas por el control de sus bastiones. La zona de Shankill Road, el feudo protestante, está bajo fuerte control militar.

Un cortejo de cientos de personas siguió ayer en Belfast el ataúd de Jackie Coulter. Su esposa, Agnes, y sus tres hijas abandonaron llorando el cortejo cuando éste paró en el lugar en el que, el lunes, Coulter cayó muerto junto a su amigo Bill Mahood. Su hijo mayor siguió al frente del ataúd, cubierto con dos banderas de su grupo paramilitar. La policía y el Ejército, mientras, bloquearon todas las calles adyacentes para evitar conflictos.Tanto Coulter como Mahood eran miembros de la Asociación para la Defensa del Ulster / Luchadores por la Libertad del Ulster (UDA/UFF), la principal banda terrorista de los protestantes, a la que pertenece Johnny Adair, Perro Loco, detenido el martes. En respuesta a esas dos muertes, el miércoles cayó en Belfast un joven miembro de la Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF), en un acto atribuido al UFF. Estos dos grupos terroristas combaten por el territorio y por enfrentamientos personales. El lucrativo negocio de la droga, sin embargo, es el premio reservado para el ganador de la batalla.

En medio de esa guerra, el Gobierno británico intenta interponerse entre los dos grupos y asegurar que se cumple la tregua que ambos declararon durante el proceso de paz. En las últimas horas se ven más soldados en las calles de Belfast. Las patrullas militares móviles apoyan los puestos de control de la policía.

"Las cosas tienen cada vez menos que ver con las consideraciones políticas", decía Ken Maginnis, portavoz de seguridad del Partido Unionista del Ulster, el principal en la provincia. Ayer no había signos de mediación seria entre los dos lados, lo que hacía temer más arranques de violencia en las calles. El Gobierno británico ha asegurado que no permitirá que la violencia amenace el proceso de paz, y por ello ha devuelto las patrullas militares a Belfast (retiradas hace casi dos años, tras el acuerdo de paz) y ha devuelto a la cárcel a Perro Loco, al que se considera instigador de estas batallas. También se han incautado de numerosos explosivos, algunos de reciente fabricación, que confirman el rearme de estos grupos.

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