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Tribuna:LA EXTRAÑA PAREJA.
Tribuna
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Espigar frases

Mi frase misteriosa predilecta de este verano la ha pronunciado el comandante ruso de la flota norte Popov: "Dedicaré toda mi vida a poder mirar a la cara a la persona que organizó esta tragedia"

No entiendo esa decisión de la cadena norteamericana Court TV de programar las confesiones en bruto de asesinos y violadores confesos, horas y horas de interrogatorios sin la menor elipsis. Cuando el juicio de O. J. Simpson, que la misma emisora retransmitió en directo, aquello era un peñazo impresionante. Si algún sentido tienen los periódicos y los informativos tradicionales, es que gracias al poco espacio y minutaje del que disponen podemos disfrutar de las mejores perlas de cuanto dicen los asesinos, los violadores e incluso algunos jueces, sin tener que soportar el fárrago de sus declaraciones y sentencias. Yo, que soy espigativa por vocación, no hay día que no emprenda mi particular paseo por las noticias, en busca de frases sueltas pronunciadas por todo tipo de individuos, no siempre tan negativos como las lacras de la sociedad mencionadas.En la prensa, como en la vida, mis predilectas son las frases misteriosas o dotadas de más de un sentido, tipo "ahora comprendo que todo lo que dicen de ti es verdad", que se pueden aplicar a un contexto o a su contrario, o expresiones turbias como "qué nivel", ideal esta última para soltarla cuando sales de ver una película y el director te pregunta qué te ha parecido. Dentro del doble sentido, nadie ha superado aún lo que Isabel de Inglaterra dijo de lady Di después de su muerte: "Nadie que la haya conocido podrá olvidarla".

Dejó muy alto el listón su graciosa M., pero ello no le ha impedido a un ciudadano ruso superar aquel récord y creo que los venideros. Viacheslav Popov, comandante de la flota norte, en su emotiva petición de perdón a los familiares de las víctimas del submarino, incluyó una frase que me ha tenido la noche en vela: "Dedicaré toda mi vida a poder mirar a la cara a la persona que organizó esta tragedia". Así, de entrada, parece un juramento solemne, un empeño en la búsqueda de la justicia. Mas no lo es. Por un lado, parecería que, sabiendo de quién se trata, se encuentra en situación tan inferior que el otro ni le permite mirarle a la cara, con lo cual Popov, que se llama como los protagonistas de los chistes antisoviéticos que corrían aquí durante el franquismo, estaría empeñado en dejar el resto de su vida en la labor de que el otro consienta, por fin, en ser contemplado. Hay otra lectura, ésta ya de índole metafísico: que, sintiéndose culpable, no se atreve a mirar su propia cara en el espejo, por lo que se ve obligado a sofronizarse, aunque el empeño dure lo que le queda de existencia, para alcanzar la meta de contemplarse en el azogue sin que se le arrugue una ceja.

Hay frases que, sin haberlas leído siquiera, te las imaginas: "Anda, éste, que le he dado con la porra en el cuello y se ha muerto. Habrá que apañar la autopsia", pudo decir, por ejemplo, el policía que supuestamente mató al ciudadano guineano Antonio Fonseca, en Lanzarote. Es una lástima que la brutalidad se produjera en mayo; hoy día, como sabemos que el paludismo amenaza a Europa porque los africanos que pasan por nuestros aeropuertos se traen las moscas, la frase podía haber sido muy otra: "¡Ay qué mosca, pero ay qué mosca con paludismo que tiene el hombre en el cuello! ¡Toma mosca! ¡Toma cuello!". En fin.

Me frustra no poderlas haber leído u oído de viva letra o voz, casi tanto como me desilusiona no haber estado en la peluquería cuando doña Ana Botella fue a hacerse un marcado capilar, para escuchar las conversaciones. Cosas así te dan para varias crónicas, y luego, además, te puedes llevar los rulos para guardarlos como recuerdo o usarlos como moldes para hacer tigretones.

Pero lo más decepcionante de todo es no saber qué clase de frases incoherentes murmuró Anne Heche cuando tuvo la crisis, después de romper con Elle DeGeneres. Quizá refunfuñó algo parecido a "Demonios, ni haciéndote lesbiana estás a salvo de los sufrimientos del amor". Parece que la chica se ha repuesto, y me alegro. Lo mire como lo mire, la relación le ha ido bien. Cierto que, a los bien pensantes, no les gustó que abrazara la homosexualidad, pero eso resultó mucho mejor que lo que hacía antes: vivir con Steve Martin, que equivale casi a practicar el bestialismo.

Pensándolo mejor, que lo retransmitan todo. Todo de todos y de todas. Será la única forma de no perderse lo más interesante.

Steve MartinVivir con él equivale casi a practicar el bestialismo

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