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El Empordà, parada y fonda del arte

La temporada artística en Barcelona tiene su tradicional continuidad en el Empordà. Desde hace años, junto al coleccionista de siempre, las galerías de la zona consiguen atraer a un público que no es visitante habitual de las salas de arte convencionales. Además de las propuestas consolidadas, este año se añade el proyecto de Michel Dunev, un galerista nacido en Madrid que ha trabajado durante más de 20 años en el mundo del arte en la ciudad californiana de San Francisco. Ahora, tras instalarse en una casa del siglo XVII, asentada en una vieja construcción mucho más antigua y situada en pleno centro de Torroella de Montgrí, el galerista pretende hacerse un hueco en la oferta artística de la comarca.Dunev es rotundo en el momento de definir al coleccionista que quiere captar: "Pienso en un público comprador compuesto básicamente por la burguesía barcelonesa que pasa el verano en el Empordà. Tiene posibilidades, ahora lo que hace falta es que sintonice con lo que yo presente". Sin embargo, el galerista distingue el coleccionista del simple esnob. "Existe un determinado comprador que lo único que pretende es establecer una competencia sin sentido con sus amigos". Dunev quiere jugar con otra baza: la del público de la Unión Europea que también visita la zona.

La inauguración de la galería Michael Dunev coincidió con la apertura en Palau Satorra, también en el casco urbano de Torroella de Montgrí, de un museo dedicado a pintura catalana de artistas actuales. Esta iniciativa ha partido de la Fundación Vila Casas, que con los mismos planteamientos presenta obra escultórica en el museo situado en el edificio de Ca La Tona, en Pals. Aunque no se trata de una iniciativa estrictamente galerística, la Fundación Vila Casas ha creado expectativa artística en la comarca.

Dunev tiene intención de presentar a artistas españoles junto a propuestas internacionales. Abrieron la temporada Emilio Lecuona y Jaume Amigó, a los que siguieron los inquietantes paisajes de Wade Hoefer (Long Beach, California, 1948). Ahora, y hasta el 15 de septiembre, presenta la obra del escultor californiano Guy Dill (1945) -que ha trabajado sobre papel en una estancia en Torroella- y del alemán Hans Sierviding (1937), que también estuvo en el Empordà realizando una serie de pinturas y grabados. Una característica de la nueva sala es que la obra de los artistas presentados está realizada en el propio territorio. Para ello, en el mismo edificio de la galería, Dunev ha habilitado un taller y varias dependencias para que los creadores puedan pasar temporadas trabajando bajo el pulso de esta zona, caracterizada por los frecuentes encuentros entre el mar y la montaña.

Con una fórmula distinta, la Fundación Rodríguez-Amat, situada en Les Olives, en Garrigoles, también ofrece alojamiento y espacio de trabajo para que los artistas puedan crear bajo el influjo de la zona. Junto al trabajo personal, esta residencia de artistas, cuya procedencia puede ser tan variopinta como Japón, Francia, Alemania, Suecia y Argentina, promueve el contacto directo entre los residentes con dependencias en las que al finalizar el día pueden intercambiar sus impresiones. También se dispone de un espacio de exposición con una programación regular, que funciona como una galería. Jordi Rodríguez-Amat, promotor de esta iniciativa, explica: "El público que nos visita es muy variado. Hay quien se interesa regularmente por nuestras exposiciones, aunque sin intención de comprar. También acuden el coleccionista y el visitante ocasional que está de vacaciones en la zona".

Un referente básico en el Empordà es la galería Cyprus, en Sant Feliu de Boada, que en sus tres exposiciones veraniegas consigue todos los años un volumen de ventas que raya en muchas ocasiones en la expresión insólita: "Lo hemos vendido todo". Esta temporada comenzó con la obra de Joan Hernández Pijoan, a la que siguió la exposición Vis a vis con la presentación de los trabajos en cerámica de Sabala (Barcelona, 1956) y F. M. G. (El Ferrol, 1949). Actualmente presenta, hasta finales de septiembre, la obra pictórica del diseñador gráfico Jordi Sàbat (Palafrugell, 1960), que ha realizado unos trabajos centrados temáticamente en los zapatos.

Rosario Iniesta, directora de Cyprus, opina que una de las claves del éxito es que antes de galerista fue coleccionista, y esto la ha ayudado a ponerse en la piel del comprador ya que conoce perfectamente el impulso que lleva a adquirir una obra. La directora de la sala, que cuenta con el apoyo de su marido, Guillermo Casanovas, demuestra que en el mundo del mercado del arte, el factor personal es importantísimo. El peso de la gestión económica de esta singular galería recae en el director comercial, Enric Martorell, que detecta un relevo generacional en sus compradores. "Ahora nos compran coleccionistas que tienen entre 30 y 45 años y que por su nivel económico pueden adquirir grandes formatos de los artistas jóvenes y papeles de los consagrados", explica.

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Maria Antònia Bagué, directora de la galería Pals, que se encuentra en el recinto medieval de Pals, combina el riesgo de presentar a artistas jóvenes con otro tipo de propuestas más consolidadas. "Mi línea es presentar artistas que creo que con los años pueden decir alguna cosa", afirma. El público de Bagué acostumbra a estar formado por extranjeros -belgas y alemanes sobre todo- y gente de Madrid y del norte de España. "Suelen ser personas que se enamoran de la obra, luego analizan el currículo del artista y evalúan si se ajusta a su presupuesto y a lo que están dispuestos a pagar", comenta Bagué. "No necesitan más. El público catalán, en este sentido, es mucho más complejo".

Pere Duran

Más cerca de Europa

Silvy Wittevrongel, responsable de la galería Horizon, situada en la población de Colera, a pocos kilómetros de la frontera francesa, confía en el público europeo. "Tenemos varios clientes franceses que viajan especialmente a Colera para asistir a nuestras inauguraciones", explica la directora de la sala. "La lejanía de Barcelona hace pensar a muchos en la inviabilidad del proyecto, pero nosotros pensamos lo contrario. Si tomamos como referencia Europa, nos hallamos más cerca que nadie", explica esta galerista belga asentada desde hace años en el Empordà. La programación de la sala combina la organización de exposiciones individuales con otras de carácter temático. Este año ha presentado su trabajo Enric Ansesa y el pasado 12 de agosto se inauguró la exposición colectiva L'age d'or, homenaje a Luis Buñuel, con la participación de 35 artistas que se han inspirado en la sugerencia buñueliana para crear un cuadro en un único formato. Entre los participantes se encuentran Frederic Amat, Ràfols Casamada, Vicenç Viaplana, Josep Uclés, Josep Guinovart y Lluís Bruguera.

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