El sector espera que el uso de tarjetas de crédito aumente un 30% con el euro

Las empresas emisoras de tarjetas y buena parte del sector financiero prevén un "fuerte" incremento de los pagos con dinero de plástico a partir de la introducción física del euro, en enero del año 2002. Según distintas fuentes consultadas, las compras con tarjeta podrían llegar a aumentar hasta un 30% durante los dos meses en que coexistirán la peseta y la nueva moneda europea. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se muestra, por su parte, partidaria de que la Administración lance una campaña institucional para fomentar el uso de la tarjeta, con el objetivo de hacer más "digerible" el aterrizaje de la nueva moneda.

Si se cumplen los pronósticos, la introducción física del euro dentro de año y medio dará la razón a quienes vienen diciendo que la auténtica moneda única es la tarjeta, en la medida en la que permite efectuar pagos en distintos países sin tener que manejarse con los billetes de sus divisas nacionales.Dominique Bichut, coordinadora del programa euro de Europay , con sede en Bruselas, señala que el crecimiento de las transacciones con las emisoras de tarjetas Eurocard y Mastercard superarán ampliamente el 15% cuando los billetes y monedas en euros empiecen a circular.

Para el responsable del departamento de estadística de Visa España, Carlos Álvarez, durante el primer trimestre del año 2002, los consumidores pueden llegar a usar la tarjeta -tanto de débito (contado) como de credito- entre un 30% y un 35% más que en el primer trimestre de 2001. A lo largo de los últimos tres años, el ritmo de crecimiento de este medio de pago ha sido del 25%.

Las entidades financieras se muestran prudentes con las cifras y señalan la imposibilidad de anticipar una previsión precisa y fiable sobre el comportamiento del consumidor ante una situación sin precedentes. Sin embargo, la mayor parte de ellas espera un incremento de los pagos con tarjeta.

"Es lógico este sentir generalizado: la tarjeta evitará el movimiento físico de dinero en un momento de previsible confusión por la coexistencia de las dos monedas. Evitará pensar en euros, mientras el consumidor se acostumbra", explica Jose Manuel Garcia Morán, asesor para el euro de la Sociedad Española de Transición al Euro (SETE).

Pero está por ver la intensidad de la explosión de este medio de pago. "La reducción de seis a dos meses del periodo de convivencia del euro y la peseta mitiga la previsión inicial de un boom porque con menos tiempo el ciudadano se verá forzado a empezar a usar la nueva moneda", señalan fuentes de la División de Medios de Pago de Bancaja.

Otras entidades como BSCH aducen el uso ya generalizado de la tarjeta en España (existen más de 23 millones de tarjetas) como argumento para desactivar las espectativas de las firmas emisoras.

De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el pago con dinero de plástico supuso un 9,55% del total del consumo de los hogares españoles entre enero y marzo pasados. En todo el año 1999, el consumo con tarjeta representó un 9,04% del total, porcentaje equivalente a una suma de cinco billones de pesetas.

"En realidad, hay que suponer que el porcentaje fue más elevado, si se tiene en cuenta la dificultad de captar parte del consumo privado, como, por ejemplo, la compra de un coche con tarjeta", puntualiza Carlos Álvarez.

Un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) segmentaba el pastel de las tarjetas emitidas en España en las siguientes porciones: un 21% correspondía a las lanzadas por los centros comerciales, y un 20%, a las de crédito. El resto, la mayoría, eran de pago al contado o débito.

Por el momento, consumidores e incluso empresas vienen mostrando cierta pereza en el salto al euro (a partir de enero de 1999 la moneda ya existe nominalmente). Fuentes de American Express constatan que durante los primeros cuatro meses de este año se han producido más pagos en euros que a lo largo de todo el año 1999.

"Las compañías aéreas, las de distribución y las empresas que hacen transacciones por Internet están abriendo el camino", explican. Aun así, las cifras son ridículas. Según Europay, las transacciones en euros efectuadas en España desde enero del año pasado no alcanzan el 1% del total.