_
_
_
_
VERANO 2000

El limonero de Ramón Medina

En pleno barrio de San Agustín, al inicio de la calle Montero, está el bar El Pancho. Pasada la barra se llega a un patio en el que llama la atención un frondoso limonero. A simple vista puede parecer un recurso vegetal para que su sombra aísle de los rigores estivales.El tronco de este cítrico está rodeado por un banco que, además de protegerlo, facilita que, bajo sus ramas, cualquiera encuentre más fácilmente la inspiración. Este limonero da nombre a una peña, es protagonista de una canción y bajo él desgranaba sus composiciones Ramón Medina (Brihuega, Guadalajara, 1891- Córdoba, 1964) acompañado de su guitarra.

Este músico, junto con un grupo de doce amigos, fundó la peña El Limón en 1934, ya que este era el lugar habitual de reunión una vez acabado el trabajo. Allí, en torno a unas copas de vino -quien se emborrachara era expulsado de la peña- se cantaba y se hablaba de todo. Las canciones de Ramón Medina son populares y pegadizas. Hablan de romerías, de personajes, de tradiciones, de rincones de una ciudad que ya no se reconoce a sí misma. Estas coplas forman parte del repertorio de muchos coros, agrupaciones musicales y rondallas que las siguen interpretando, ya que forman parte de la memoria colectiva de los cordobeses, que las cantan en cualquier ocasión.

ÁRBOLES CON HISTORIA

EE UU, 1986 (105 m.). Director: Peter Hyams. Intérpretes: Gregory Hines, Billy Cristal, Steven Bauer.

Todas estas canciones de Ramón Medina fueron ensayadas bajo el enramado del limonero. Los miembros de la peña, con sus guitarras, laúdes y bandurrias, entonaban una y otra vez las composiciones del maestro, que rápidamente se popularizarían. En mayo de 1955 fue este compositor objeto de un homenaje cuyo banquete, multitudinario, se celebró en el ruedo de la plaza de toros.

Ramón Medina sigue estando en el recuerdo de los cordobeses. No sólo tiene dedicada una calle en el barrio de la Viñuela sino que además goza de un monumento erigido por suscripción popular en plena plaza de San Agustín, en el corazón del barrio en el que cantó y que todavía custodia, en uno de sus patios, el viejo limonero.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_