_
_
_
_

La reparación de la fachada del Ayuntamiento de Alcobendas obliga a gastar 800 millones

Un bosque de andamios rodea el moderno edificio del Ayuntamiento de Alcobendas (86.150 habitantes) y los tres bloques colindantes, que albergan los juzgados, el auditorio y la escuela de música. Los inmuebles se someten a una cura de urgencia a causa de los graves defectos en el anclaje de los ladrillos que, el pasado marzo, ocasionaron el desplome de dos paños de la fachada de los juzgados. La empresa constructora de todo el complejo Alcobendas 2000, levantado en 1993, Riofisa, sufragará los 800 millones de pesetas que cuestan los trabajos. Éstos durarán ocho meses.

El Ayuntamiento de Alcobendas se asienta en la parcela denominada La Gran Manzana, que mide 26.068 metros cuadrados. La mitad de esta superficie se destinó a los centros públicos. La casa consistorial consta de cuatro plantas que suman 14.394 metros cuadrados. El complejo de inmuebles municipales lo completan un auditorio con capacidad para más de mil espectadores, un edificio de oficinas cedido a los juzgados y la escuela de música. Los nuevos edificios no supusieron ningún desembolso para las arcas locales. El Ayuntamiento firmó un convenio con Riofisa que permitía a esta empresa explotar, por un periodo de 70 años, el centro comercial y la zona de ocio de La Gran Manzana, a cambio de levantar los inmuebles públicos, según informó una portavoz municipal. Todo el complejo, incluidas las zonas públicas y privadas, costó 10.000 millones de pesetas, según explicó el director de Riofisa el día de la inauguración, el 25 de octubre de 1993.

La sorpresa saltó el pasado 15 de marzo, cuando dos grandes planchas de ladrillo ornamental de la fachada de la calle de Blas de Otero del Ayuntamiento se desplomaron. No se registraron heridos. Hacía ya varios meses que el perímetro de la casa consistorial permanecía vallado y con andamios, porque ya se habían producido otros desprendimientos aislados de planchas. Este accidente recordaba al ocurrido cuatro meses antes en el hospital Marqués de Valdecilla de Santander, en el que murieron cuatro personas tras desprenderse parte de una fachada de 11 plantas del bloque de traumatología.

El trabajo consiste ahora en desmontar, desde la azotea hasta el suelo, todas las placas ornamentales de las fachadas y volverlas a colocar de abajo arriba después de haber asegurado que las planchas asienten totalmente, según comentó la portavoz municipal. Se trata de "una labor delicada" que debe ejecutarse fuera de los horarios de apertura al público (de 9.00 a 14.00), de modo que no se interrumpa el normal funcionamiento del Ayuntamiento. Los trabajos se aprovecharán para mejorar el sistema de aireación interior del edificio, a la vez que se estudiará si se puede abrir alguna ventana exterior.

"Los andamios han cumplido en este tiempo una doble función. Por un lado han cubierto las obras y por el otro han impedido la caída de más placas", explicó la portavoz local. "Este problema en las planchas de las fachadas no afecta a la estructura ni a la estabilidad de la construcción", concluyó.

Antes de la caída de las dos planchas, la constructora ya había presentado varios proyectos para rehabilitar las fachadas. Este suceso motivó que se aceleraran los trabajos ante el riesgo que suponían para los viandantes y los trabajadores municipales. Las obras han motivado que el servicio de atención al ciudadano, el departamento de usuarios, la oficina de atención al ciudadano de la policía local y el servicio de asistencia a la víctima se hayan trasladado al centro cívico del Barrio 6, en la calle de Ruperto Chapí, número 18.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_