El waterpolista Iván Pérez está en camino de ser el segundo 'caso Montalvo'

Los problemas de deportistas cubanos nacionalizados españoles continúan. El waterpolista Iván Pérez puede convertirse en un segundo caso Montalvo. El Comité Olímpico Español (COE), según dijo ayer su presidente, Alfredo Goyeneche, tendrá que pedir mañana a Cuba el permiso para que el jugador pueda participar con España en los Juegos de Sydney. La semana pasada, al conocerse la negativa del Comité Olímpico Cubano (COC) a dar el plácet a la atleta Niurka Montalvo, el presidente de la Federación Española de Natación, Rafael Blanco, se mostró muy satisfecho de que el Comité Olímpico Ruso contestara positivamente en 48 horas a la petición sobre la nadadora Nina Yivanévskaia. Y al preguntarle sobre si Iván Pérez, también de origen cubano, podía tener algún problema, Blanco dijo que no. Sus buenas relaciones con el waterpolo cubano le llevaban a pensar en ese sentido. Pero, al tomar un rumbo tan negativo el caso Montalvo, se dio cuenta de que las fechas le planteaban un problema similar que ahora puede terminar de forma parecida: con la negativa cubana si sigue sus mismos criterios.Iván Pérez no juró la Constitución hasta el 23 de octubre de 1997. España debuta en el torneo olímpico de waterpolo en Sydney el 23 de septiembre frente a Kazajstán, un mes antes de que se cumpla el plazo de tres años estipulado por la norma 46 de la Carta Olímpica para que pueda competir por España.

Tras confirmarse que no se cumplía el plazo, la Federación de Natación quedó con el COE en esperar al desarrollo del conflicto de la atleta para decidir. Pero ante el presente y futuro pesimista que se avecina, el COE no tendrá más remedio que seguir el mismo camino con Pérez que con Montalvo. Goyeneche se dirigirá mañana al COC, al mismo tiempo que enviará al Comité Olímpico Internacional (COI) el recurso sin fe alguna sobre Niurka Montalvo.

La esperanza en el nuevo caso Pérez proviene de que su padre es dirigente del deporte cubano y que obra en poder de la Federación Española de Natación una carta en la que su homóloga cubana promueve muy positivamente la venida a España del jugador. Incluso las relaciones con Guillermo Martínez, el principal responsable del waterpolo cubano, son muy buenas. Pero ahora se teme la decisión política tras haberse enredado todo con el caso Montalvo. El propio Martínez le dijo ayer a Blanco: "Esto ya no depende de nosotros, está fuera de nuestras manos".

El Club Natación Pueblo Nuevo de Barcelona fichó a Pérez en 1995 tras jugar con Cuba los Mundiales de 1994. Para acelerar su nacionalización se usó el sistema de un matrimonio de conveniencia con una mujer de Badalona, que se anuló posteriormente. Pérez, ahora jugador del Club Natación Barcelona, lleva casi dos años casado nuevamente y tiene un niño de corta edad. Se ha integrado a la perfección en España y jugó ya con la selección días después de adquirir la nacionalidad. Dos meses más tarde tambien formó parte del equipo en los Mundiales de enero de 1998, en Perth (Australia).

"Sabía que era el 23 de octubre, pero no había echado cuentas", dijo ayer Pérez en medio del descanso de unos días de la concentración del equipo nacional en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. En previsión de que no pueda ir a Sydney, Joan Jané, el seleccionador del equipo que defenderá su título olímpico de Atlanta 96, ha convocado a otro boya -el puesto de delantero del waterpolo-, Javier Sánchez-Toril, del Canoe madrileño.

"Al tratarse de un deporte de equipo tiene menos problemas que otro individual", señaló ayer Goyeneche: "La Federación de Natación pensó que no hacía falta la gestión, sobre todo al poseer la carta de los cubanos en la que les animaban a fichar al jugador, de la que tengo una copia. Pero la decisión ahora la tiene el COC".

El jugador dice estar tranquilo y que su caso es distinto al de Niurka. Pero en Cuba un portavoz del COC, tras decir ayer que esperaban recibir la petición española en cualquier sentido para decidir, señaló que su posición es extactamente la misma en todos los casos. Si no han pasado tres años desde su nacionalización, no podrán dar el permiso correspondiente.