177 personas sufren quemaduras en 'La Nit de L'Albà' de Elche

Noche mágica

La celebración en Elche (Alicante) de La Nit de L'Albà, la noche en la que la ciudad se inunda de fuegos artificiales, terminó el pasado domingo con un saldo de 177 personas asistidas médicamente, afectadas por quemaduras de diversa consideración, la mayoría de carácter leve. Del total de los heridos, siete son graves y uno muy grave. No obstante, la cifra es sensiblemente inferior a la de otros años.El peor parado en la denominada guerra de las carretillas, un tradicional enfrentamiento entre jóvenes después de la Nit de l'Albà, dentro de una zona acotada en el casco histórico, en el que se lanzan cohetes borrachos, fue un turista gaditano de 23 años. D. C. A. sufre quemaduras en el 35% de su cuerpo y permanece ingresado en la unidad de quemados del Hospital de Alicante.

La dirección del Hospital de Elche y la policía resaltaron ayer la "falta de precaución" del joven al portar los artefactos pirotécnicos entre la ropa. Según el jefe de la policía de Elche, Manuel Calvache, el herido "desoyó" los consejos de sus amigos.

La mayor parte de los heridos son jóvenes. Entre ellos, un niño de 9 años con quemaduras graves por las que deberá recibir un tratamiento prolongado.

A pesar de que la cifras son todavía alarmantes y difícilmente digeribles para quienes no conocen las fiestas, el número de heridos ha disminuido notablemente -el pasado año ascendieron a 241-, debido al estricto control que ejerce la policía sobre el lanzamiento de estos productos, permitidos únicamente en la zona acotada, y a las campañas de información. Los agentes requisaron sólo en esa noche 2.323 carretillas (también conocidos como los cohetes borrachos) y 787 petardos.

El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, en declaraciones a la Cadena SER, tildó los incidentes de "tributo negativo al que no nos debemos habituar", y apostó por "tomar decisiones que impidan que esta situación se haga habitual".

Frente a los datos de los heridos, Elche ofreció una noche mágica a los miles de visitantes que acudieron a la ciudad a contemplar una tradición que tiene su origen en el siglo XV. Más de 350 palmeras pirotécnicas y 5.000 docenas de cohetes sirvieron de preámbulo para el lanzamiento de una palmera que alcanzó los 450 metros de diámetro y que transformó la noche en día.Elche culminará sus fiestas hoy con la celebración de La Festa, la segunda parte del Misteri d'Elx, la representación de un centenario drama sacrolírico que para muchos constituye la ópera más antigua que se conoce. El Ayuntamiento de Elche incluso está buscando apoyos para que pueda optar al premio Príncipe de Asturias de la Cultura. Ayer, cientos de personas desbordaron la Basílica de Santa María para contemplar La Vespra, la primera parte de la obra, representada por los propios vecinos de Elche.