Egipto niega la tesis de EE UU que atribuye a un suicidio el choque del avión de EgyptAir
El informe preliminar de los investigadores estadounidenses sobre el Boeing de la compañía egipcia EgyptAir que se precipitó en el Atlántico en octubre de 1999 revela diferencias profundas entre las versiones egipcia y estadounidense sobre la catástrofe.Los estadounidenses se han afianzado en la tesis de un suicidio cometido por el copiloto, Gamil el Battuti, quien estrelló el avión con otras 216 personas a bordo contra las aguas del océano. Sin embargo, los egipcios refutan que hubo un fallo general en los sistemas de mantenimiento y control de la aeronave y que la tripulación hizo todo lo posible por estabilizar el aparato sin resultado positivo. El análisis de las cajas negras confirma en todo que Battuti se encontraba solo en la cabina de pilotaje tres minutos antes del choque final. Además, pronunció en repetidas ocasiones, al menos once, las palabras "Confío en Dios" y "Me pongo en manos de Dios". Después de estas palabras, habituales en los egipcios, comenzaron a suceder varios hechos poco habituales. El piloto automático fue desconectado manualmente, la potencia de los motores fue reducida y el avión comenzó a dibujar un picado que terminó en el océano Atlántico.
Los egipcios acusan a los estadounidenses de haber tratado desde el primer momento de culpar del accidente al piloto egipcio, publicando para ello testimonios obtenidos por el FBI en los que se acusa a Battuti "de acoso sexual, exhibicionismo y actos obscenos". Egipto denuncia que estas informaciones "no tienen nada que ver con las causas de la catástrofe" y que sólo representan "informaciones preliminares no verificadas y aportadas por personas anónimas".
El ministro egipcio de Aviación, Abdel Fattah Kato, se quejó de que los estadounidenses no habían compartido con ellos información clasificada determinante para conocer las causas del accidente, en especial lo referido a tres señales a gran velocidad registradas en el radar y que seguían el rumbo del avión.
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