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Chávez suspende la introducción de un polémico manual de instrucción premilitar

Los padres protestan por un texto escolar que inculca un nacionalismo xenófobo

El Gobierno venezolano ha retirado de las escuelas, y suspendido su venta, un manual de instrucción premilitar para los estudiantes de los dos últimos años de bachillerato en el que además de enseñarles a ser buenos patriotas se les inculca racismo. La Instrucción Pre-Militar, introducida por una ley de 1985 que nunca fue aplicada, será impartida como asignatura obligatoria a partir de septiembre, pero con un nuevo manual sin expresiones que fomenten el racismo. El texto retirado ya ha sido aplicado durante un año como prueba piloto y se ha agotado en las librerías.

Por primera vez en los últimos 18 meses, los críticos de la revolución del presidente Hugo Chávez se han salido con la suya al forzar la retirada del texto en el que se inculca a los escolares xenofobia, racismo, lucha de clases y anticonsumismo. Las protestas de los padres ha sido decisiva."¡Por qué mis hijos van a ser entrenados para la guerra o el odio en la escuela, cuando en casa lo que queremos inculcarles son los valores de la paz, la igualdad y el amor!", exclama enfurecida María Isabel Párraga al leer el texto Instrucción Pre-Militar. Hija, nieta y bisnieta de militares, la señora Párraga revela que cuando era niña nunca sintió "el peso de las armas o del uniforme en casa", como ahora el Gobierno pretende imponer a la sociedad civil venezolana. "Una cosa es que los niños jueguen a la guerra y otra es que en la escuela se les enseñe cómo usar una Uzi, una granada y el gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes".

Publicado por la Editorial Biosfera, el manual Instrucción Pre-Militar, escrito por la profesora Marjorie Vásquez Díaz, contaba con la aprobación del Ministerio de Educación, según resolución 148 del 7 de julio de 1999. Concebido para los alumnos del primer año del Ciclo Diversificado de la educación media, el manual se manejó de forma experimental el año pasado y a partir del próximo mes de septiembre iba a ser de consumo masivo en todas las escuelas. La enseñanza premilitar se impartirá en esos centros por militares, como estaba previsto, pero con otros textos.

La principal detractora del manual ha sido la columnista María Sol Pérez Schael, quien en su crítica empezaba cuestionando el final del texto, que dice: "Las naciones son sabias, virtuosas y guerreras si los principios de la educación son sabios, virtuosos y militares". En opinión de Pérez Schael, "aún no está claro de qué manera Venezuela se volverá sabia y virtuosa, pero ya se sabe cómo será guerrera".

Lo insólito del manual es la carga xenófoba y racista que contiene el capítulo de la inmigración, en cuya página 58 se culpa de los males venezolanos a "los colombianos, ecuatorianos, peruanos, dominicanos, trinitarios, cubanos y de otros países de Centro y Suramérica, quienes en su mayoría sin educación formal, sin oficio definido, con traumas, con enfermedades, vinieron en busca del bolívar fácil que le ofrecía Venezuela!".

En la página siguiente, el manual interroga a los jóvenes sobre cuántos de esos inmigrantes "se dedicarán a labores de espionaje o de sabotaje a instalaciones básicas y petroleras y cuántos de ellos sirven su carne al mejor postor para engendrar hijos que les permita legalizar su residencia en el país".

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También culpa al cine norteamericano y a los medios de comunicación de la violencia venezolana: "Cuántos robos, atracos y secuestros no tienen su secuela en las películas norteamericanas de nuestra televisión. Esa mente sanguinaria no existía en la mente del venezolano. Los crímenes más horribles son dirigidos por esa gente como cultura del crimen".

En el texto se rechaza la transculturización por la identificación de los restaurantes con letreros en inglés como Mac Donald, Mexican Food y otros. Define como antivalores a "esta civilización del consumo y del placer" a la "voluntad de poder, de ascender socialmente caiga quien caiga, con un egoísmo e insolidaridad absolutos. Es la moral del hombre de negocios, del político partidista y sectario".

Igualmente, propicia la lucha de clases en los siguientes términos: "La pantalla o apariencia se convierte en una obsesión. Modas, perfumes, viajes, exquisiteces, fiestas excéntricas. Muchos de la casi desaparecida clase media viven de la apariencia, del chismorreo, de la mediocridad, de la banalidad".

El manual resalta en la enseñanza de geopolítica el nacionalismo y la integridad territorial y en ese contexto menciona a los alemanes Federico Ratzel y Harold Haushofer, que inspiraron las ideas expansionistas de Hitler, y al chileno Augusto Pinochet.

"A mí tampoco me gustaría que mis hijos fuesen adoctrinados en la escuela", dice el ministro de Educación, Héctor Navarro, quien ha ordenado la revisión del texto. Pero el daño económico y cultural ya está hecho, pues los estudiantes lo han comprado en las librerías hasta agotarse.

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