Más allá de las flores

Recuerdo, hace algunos años, una campaña de una conocida organización ecologista cuyo lema era: "No somos altruistas, somos egoístas".Todo modelo social que pretenda defender la calidad de vida del hombre sin tener en cuenta nuestro entorno está condenado al fracaso. A nuestro propio fracaso. Como especie y como seres humanos. Una vez más el hombre puede ser un lobo para el hombre.

Se hace necesaria, urgente diría yo, poner en práctica una política medioambiental que integre todos los aspectos de la actividad política hacia el desarrollo sostenible. Más allá de una actividad ambiental de connotaciones rurales centrada en la protección de la fauna y la flora sin conexión con aspectos urbanísticos, educativos o de fomento de empleo: energías limpias y materiales inocuos en la construcción de edificios, fomento de empleo con materias primas recicladas o reutilizadas, etcétera. Un modelo de sociedad más sostenible.

Sé que puede sonar algo utópico, pero creo que mi apreciación es muy realista. Doblemente realista. Con la realidad del presente y la realidad del futuro. A menudo se arguyen razones económicas para no invertir en medio ambiente o no elegir la solución más correcta a problemas ambientales porque salen más caras. Pero, ¿cuánto nos costará mañana no haber invertido hoy? Y no estoy hablando solo de costes económicos. Es una política de "pan para hoy, hambre para mañana", que se suele decir. Creo que hoy en día la política requiere tiempos más largos para obtener resultados.

Hay que apostar decididamente por unos nuevos hábitos domésticos, industriales y educativos que reduzcan el impacto sobre el entorno: reducción de consumo de materias primas, limitación del consumo energético, reutilización de residuos...

¿Y de verdad puede contribuir a mejorar nuestro entorno que yo separe residuos o que compre productos con envase reciclable o no deje la luz encendida? La respuesta es: sí, mucho. Se que cada uno de nosotros, a veces podemos parecernos a nosotros mismos muy pequeños para ganar la carretera al desarrollo insostenible. Somos una pequeña parte del todo, pero debemos ser conscientes de la esfera de poder que cada ciudadano tenemos en nuestros hábitos domésticos o de consumo, o en la posibilidad de participar en instituciones y hacer valer nuestra opinión sobre temas medioambientales.-Yolanda de Pablo. Concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Irún. Irún.