La Casa de Campo contará con un circuito permanente de 12 kilómetros para bicicletas
Los ciclistas disponen actualmente de un camino que sólo se habilita los fines de semana
La Casa de Campo contará el año próximo con un circuito permanente y controlado para los amantes de las dos ruedas. El Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento ya tiene preparados los planos del proyecto y espera adjudicarlo tras el verano. Medirá casi 12 kilómetros y atravesará esta zona verde de este a oeste. Con un circuito acotado, según los técnicos municipales, menguarán los destrozos que los ciclistas causan ahora en la Casa de Campo.
La Casa de Campo cuenta hoy con un único circuito para ciclistas, denominado Circuito Otero, que sólo se habilita los sábados y los domingos por la mañana. Para eso es necesario cortar el tráfico de algunas carreteras que cruzan el gran parque. Comenzó a funcionar hace más de una decena de años. Al principio era muy utilizado por los madrileños, que con el tiempo han dejado de usarlo.En el informe, elaborado por técnicos municipales de Medio Ambiente para avalar el proyecto del nuevo circuito, se apunta que, con el nuevo camino para bicicletas, "se pretende habilitar un recorrido atractivo para los ciclistas y de este modo evitar los diversos problemas actuales generados por los usuarios de este deporte".
Los especialistas municipales también apuntan que este circuito, "de manera puntual", podrá ser utilizado "para mantener las necesidades de mantenimiento y conservación del parque".
Ahora mismo, los días de diario, los ciclistas pueblan casi toda la extensión del parque, causando "el deterioro de esta zona verde". Esta situación se concreta en "la desaparición de la capa fértil del suelo, la degradación de la vegetación o la compactación del suelo".
El informe también apunta que con el circuito "se evitarán" los problemas que hay en el parque entre peatones y ciclistas, ya que ninguno de ellos tiene una vía reservada.
El recorrido medirá casi 12 kilómetros y contará con dos tramos. Nacerá en la Puerta de Dante, desde donde se internará en un pinar. En un principio, se consideró que discurriera por debajo de la vía del metro, por un túnel. Pero esto se ha descartado debido a que este paso inferior podía atemorizar a más de un usuario. Desde el pinar se dirigirá hasta el arroyo Meaques y de ahí enlazará con la carretera de Somosaguas, por la que discurrirá en paralelo. En la carretera de Somosaguas, el circuito se ramifica en dos tramos, uno hacia el norte y otro hacia el sur.
El circuito se pintará de rojo y discurrirá por pistas que ya están deterioradas o que sirven actualmente de cortafuegos y que cuentan con una capa de asfalto leve. También se ha previsto dotar al carril-bici de señales que indiquen la longitud y el desnivel, así como recomendaciones para los ciclistas.
El Área de Medio Ambiente también ha pensado en podar y limpiar los árboles que estorben la visión de los ciclistas que usen el circuito. El presupuesto de la obra ascenderá a casi 25 millones. Ésta se adjudicará en otoño, con lo que, presumiblemente, estará acabada en el primer trimestre del año próximo.
El actual recorrido de la Casa de Campo, el Otero, seguirá utilizándose en las mismas condiciones que hasta ahora.
El circuito diseñado para la Casa de Campo no es el único que ha proyectado el concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri. En las márgenes del tramo sur del Manzanares, recientemente regeneradas, existen dos pistas de casi siete kilómetros, una por sentido. Discurren desde el nudo super sur hasta el término municipal de Getafe. Son la primera fase de lo que, en el futuro, constituirá un gran parque alrededor del río que actualmente diseña el arquitecto Ricardo Bofill.
Las asociaciones de usuarios de bicicleta, aunque han elogiado estas actuaciones, siempre se han quejado de que el Ayuntamiento no diseñe un sistema integrado y articulado de carriles-bici. Estas asociaciones denuncian que sólo existan carriles-bici aislados entre sí. Esto inutiliza el uso de la bicicleta como medio de transporte y sólo permite que se emplee como diversión. En el Pasillo Verde, por ejemplo, se construyó un carril-bici que discurre desde la glorieta de Santa María de la Cabeza hasta la calle de Segovia. En estas dos calles se interrumpe abruptamente, con lo que el carril-bici sólo sirve para que los vecinos del barrio paseen y los coches encuentren un hueco para aparcar.
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