Rajoy cree que el giro soberanista de los nacionalistas "benefició" a ETA y perjudicó a los demócratas

Mariano Rajoy acusó ayer al Ejecutivo vasco y al PNV de dar alas a la estrategia de ETA, de haber fortalecido a la banda terrorista y de fomentar la división entre los partidos demócratas desde que adoptó la vía soberanista y abandonó a su suerte el Pacto de Ajuria Enea.El vicepresidente primero del Gobierno aceptó, tras presumir después del Consejo de Ministros de los muchos logros en estos primeros 100 días de mandato, que la situación en Euskadi se encuentra en uno de sus peores momentos. Y señaló al culpable: "ETA se ha beneficiado de la división de los demócratas y, en concreto, del cambio de actitud del PNV; de Lizarra y del cambio de discurso del PNV al afirmar que ya no vale el marco estatutario y que lo que vale es la idea soberanista, que es lo que plantea ETA".

Rajoy se negó a aceptar que la banda terrorista pueda estar enviando algún tipo de mensaje al Gobierno con su avalancha de brutales atentados. Así, remitió al PNV para saber si ese aviso "de confirmación de la barbarie y del carácter de organización criminal" de ETA puede ir dirigido mejor al Ejecutivo nacionalista de Euskadi.

Por si acaso, el vicepresidente dedicó unas palabras al lehendakari, Juan José Ibarretxe, y otros líderes de esa formación: "Alguien o alguienes tienen que reflexionar si es normal en cualquier país democrático que un Gobierno no pueda gobernar porque está en minoría".

En cualquier caso, Rajoy aprovechó su comparecencia para subrayar las conocidas posiciones de su Gobierno sobre la situación en Euskadi, de apoyo a la Constitución; al Estatuto de Autonomía de Gernika, "que no es del PP, del PSOE o del PNV, sino que ha servido de punto de encuentro de todos los vascos", y su confianza en el Estado de derecho y en el trabajo de las fuerzas de seguridad.

Rajoy enfatizó que este Ejecutivo no accederá "en ningún caso" a las pretensiones de la banda "criminal y mafiosa" ETA porque dejaría de ser un Gobierno para ser una "broma". Y recalcó que no variará esta estrategia, que fijó en 1996 tras ganar las elecciones, porque cree que es "buena" y porque entiende que es peor "dar bandazos" o proponer "hoy una idea genial o una originalidad y mañana otra, aunque sea distinta".

A su vez, el portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, remachó en esa línea que, frente a los que culpan de inmovilismo al Ejecutivo, los que deberían ejercer la autocrítica son "los que sí se han movido" en este tiempo, de nuevo en alusión crítica hacia el PNV. El Gobierno, ayer, pese a la envenenada frase de Rajoy contra las distintas propuestas que lanzó el PSOE en Euskadi hace meses, no quiso arremeter contra este partido, al que ve de verdad en su sintonía.

El futuro portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, matizó ayer en la Cadena SER esa buena relación antiterrorista: "En estos momentos, el PNV se sitúa en una posición casi imposible, pero los socialistas pensamos que la hostilidad, el acoso y el derribo no es la mejor forma de encarar las relaciones institucionales".

Además, Caldera tampoco comparte que "en muchas ocasiones" parezca que el Ministerio del Interior se confunda con la oficina del candidato del PP a lehendakari, pero indicó que se han comprometido a trasladar esas discrepancias con discreción.