Un rosario de casos abiertos
Desde hace dos años, cuando las autoridades estadounidenses decidieron denunciar a Microsoft por sus presuntas prácticas monopolísticas, los abogados de la multinacional del software han tenido que hacer frente a un torrente de demandas. En estos momentos, y si se suman las denuncias de competidores, autoridades antimonopolísticas y particulares, la compañía de Seattle tiene más de un centenar de casos abiertos en todo el mundo.La empresa de software, fundada por Bill Gates y Paul Allen hace 25 años, debe afrontar las denuncias más graves en Estados Unidos. Su primera y principal causa pendiente es la resolución de la sentencia, dictada el pasado 7 de junio, que obliga a la compañía a dividirse en dos empresas, una dedicada a fabricar y comercializar sus sistemas operativos (para ordenadores personales, pequeños dispositivos y servidores), y otra que se encargaría del resto de sus productos, es decir, las aplicaciones de software y el navegador de Internet Explorer.
La sentencia está recurrida y, por lo tanto, tendrá que pasar por el Tribunal Supremo antes de que sea firme, pero la empresa tiene, además, otro frente judicial abierto, ya que está intentando frenar la aplicación inmediata de una serie de medidas cautelares muy duras (como la obligación de hacer pública su política de precios a los fabricantes de ordenadores), dictadas por el juez Thomas P. Jackson, encargado del caso.
Esta sentencia ha desencadenado, además, una lluvia de demandas posteriores de usuarios particulares, que dicen considerarse afectados por las prácticas monopolísticas de Microsoft. Más de cien personas han denunciado, en estos dos meses y en tribunales de todo el país, a Microsoft, alegando que la empresa se aprovechó de su posición de dominio en el mercado de los sistemas operativos de PC -del que posee alrededor del 90%- para cobrar más dinero por su software Windows. A día de ayer, y según datos de la agencia Reuters, la compañía tenía abiertas, al menos, 62 de estas causas.
Microsoft tiene que hacer frente a varios casos, asimismo, en la Unión Europea. La Comisión abrió una investigación en febrero, cuando la compañía lanzó su sistema operativo Windows 2000, para averiguar si había desarrollado ciertas aplicaciones de este software para extender su dominio en los PC a Internet.
Además, la Comisión reabrió recientemente otra investigación sobre la política de precios de la compañía en Francia, y el mes pasado forzó a Microsoft a modificar los términos de la compra de un porcentaje de la operadora británica de cable Telewest. En 1998, la Comisión ya obligó a la empresa estadounidense a variar los acuerdos que firmaba con los ISP (proveedores de acceso a Internet) europeos.
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