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VERANO2000OFICIOS VERANIEGOS VENDEDORA DE PASTAS - L. Soqrat

Té moruno en la Alcazaba de Almería

Las visitas guiadas nocturnas a La Alcazaba de Almería ya forman parte de una opción de ocio insustituible verano tras verano para turistas y paisanos que descubren encantos nuevos desde la fortaleza que custodia la ciudad. En esta temporada, la asociación Taray se ha atrevido con dramatizaciones y recreaciones de la historia musulmana. Actores noveles, disfrazados de rey Almutacin o de personajes de su corte, explican de forma amena los grandes acontecimientos del siglo XI.El recorrido, de unas dos horas, se finiquita con una tertulia del rey y sus colaboradores junto al estanque y a la que pueden asistir de mirones todo el grupo de visitantes. Es aquí cuando Latifa Soqrat, marroquí de 34 años, vende al público un té moruno y unas pastas que elabora en casa y aporta un inconfundible sabor alauita a la actividad.

Sus especialidades son la shubaiquía, las bolas de nieve y bolas de coco, acompañadas por el té que su compañero Haris Alcanz se encarga en preparar. El éxito de esta suerte de tertulia interactiva, con degustación real de productos de la gastronomía marroquí, ha rebasado todas las expectativas. "Mientras vendo las pastas la gente me pregunta la receta y yo intento hacerlo todo a la vez: atender a los que compran y procurar que no se me olviden ingredientes mientras lo digo", explica Latifa. Sin duda, la shubaiquía, uno de los dulces más consumidos en el mes del Ramadán, es el producto estrella en las noches de La Alcazaba. "Sólo para hacer la shubaiquía empleo cinco horas, es muy laboriosa. Con las bolas de coco y nieve, dos", apunta.

El sueño de Latifa es prolongar este oficio de verano a los doce meses del año. "Una tienda en Almería con estos productos típicos tendría futuro y no sólo porque hay muchos paisanos míos viviendo aquí, también a los nativos les gustaría", matiza.

Hasta mediados de agosto seguirá vendiendo sus dulces y ofreciendo su receta a quien la solicite. Y, si tras el té los organizadores de las visitas a La Alcazaba ambientan las tertulias con música árabe, como ha sucedido en jornadas anteriores, no será extraño verla bailar con su túnica de fiestas. "No es algo previsto, yo no soy actriz ni me pagan por ello. Pero la música de mi tierra me tira muchísimo y no lo puedo evitar".

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