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Los empresarios aseguran que la violencia ha hecho bajar la ocupación hotelera en un 20%

Responsables del sector hostelero señalan que sus datos no coinciden con los oficiales

Los empresarios de hostelería del País Vasco aseguran que la ocupación hotelera ha caído este verano alrededor de un 20% con respecto al pasado año, que alcanzó una media de 56,4%. El descenso está relacionado con la reanudación de la violencia terrorista tras la ruptura de la tregua en diciembre pasado, reconocen responsables del sector, que contradicen así las estimaciones del Gobierno vasco. "Nuestros datos no coinciden con los oficiales. No hay duda de que la situación actual tiene que ver con la pérdida de visitantes", coinciden responsables vascos del sector.

Pérdida

Directores de hoteles y responsables de establecimientos hosteleros coinciden en que el mes de julio que concluye mañana ha sido peor que el del pasado año, que fue uno de los mejores. Las expectativas generadas ante esos buenos resultados no se cumplen y las previsiones para agosto tampoco anuncian buenos augurios. Esta es la impresión generalizada en el sector. "No es una desbandada, pero se aprecia una caída en torno al 20% si lo comparamos con el verano pasado. A las instituciones y también a los empresarios del sector les cuesta reconocerlo pero es así: la ruptura de la tregua y el consiguiente regreso a la violencia retrae a la gente que viene por ocio o está de paso. Otra cosa son los viajes de negocios, que no tienen más remedio", explica Joseba Villate, director del hotel Gasteiz, en Vitoria, un establecimiento de cuatro estrellas y 150 habitaciones.El consejero de Turismo, Josu Jon Imaz, aseguró recientemente que la ofensiva terrorista no afectará al crecimiento turístico, así como que este verano se mantendrán las previsiones. Los responsables del sector consultados discrepan. "Nuestros datos no suelen coincidir con los de los políticos. El flujo de viajeros ha disminuido desde la ruptura de la tregua. Los que siguen llegando todavía son esos clientes de Madrid de toda la vida, que vienen a Sebastián huyendo del calor", explica el director de un hotel de dos estrellas de San Sebastián que sólo se avino a dar su opinión si se le aseguraba el anonimato.

No pasa desapercibido en el sector que el anuncio del fin de la tregua de ETA coincidió con el puente de la Inmaculada, el 8 de diciembre, y que constituyó el primer aviso de que el boom turístico de 1999, el mejor de la historia del País Vasco, iba a ser dificil de mantener. "En esas fechas, más de un 20% de reservas se anularon y desde entonces no hemos vuelto a levantar cabeza. Cuando preguntas el por qué de la anulación, la mayoría da excusas, pero te das cuenta que es por la violencia", señala Villate.

En Bilbao, los bares y terrazas de la Plaza Nueva albergan menos turistas que en meses pasados. "En verano siempre baja el número de visitantes; sobre todo los fines de semana. Pero este año la violencia ha hecho perder más de un un 20% de clientes", asegura un camarero que presume de haber servido al actor Dennis Hopper. En San Sebastián, los bares de copas también han notado los efectos del terrorismo, sobre todo en el turismo nacional: catalanes, madrileños y valencianos, mayoritariamente. "Este mes han venido muchos menos por todos estos follones. La gente prefiere no decirlo a los cuatro vientos, pero todos sabemos que es por la violencia", asevera Félix Lizarraga, responsable del bar Zibbibo, en la Parte Vieja. El restaurante Ein Prosit, en la capital vizcaína, mantiene las expectativas pero también ha contabilizado menos clientes. En opinión de uno de sus propietarios, Alfredo Thate, aunque "el mes de julio ha sido bueno y han acudido muchos extranjeros y sigue el turista nacional, se nota cierta bajada", señala Thate. El restaurante Bermeo, del hotel Ercilla, ha tenido que cerrar en julio los fines de semana ante la escasez de clientes y el hotel "mantiene una ocupación similar" con respecto a julio del año pasado. "El porcentaje de pérdida es muy pequeño. Tenemos ocupadas la mitad de las 359 habitaciones. Quizá la violencia afecta", dice José Luis Martínez, responsable de comunicación.El jefe de recepción del Indautxu, José Angel Elorduy, también reconoce que este verano la ocupación es más baja. Miguel Angel Barrio, del hotel Meliá, en Bilbao, y José Julián Arrizabalaga, jefe de recepción del San Sebastián, en la capital guipuzcoana, coinciden. Compañías de viajes mayoristas como Rhodasol y otras, que han pedido que no se les identifique, resaltan que los circuitos de una semana que programan por el País Vasco y Navarra o sur de Francia llegan a suspender por falta de demanda. "La violencia influye y la gente prefiere irse a Cantrabria o Galicia", concluye Aquiles Álvarez.

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