La Asamblea corsa aprueba ampliar sus poderes de Gobierno

La Asamblea corsa aprobó ayer la ampliación de sus poderes de gobierno propuesta por el primer ministro francés, Lionel Jospin. Entre socialistas, radicales de izquierda, liberales, gaullistas, republicanos, nacionalistas, bonapartistas y comunistas hubo profundas divisiones en los debates previos, pero pocos optaron por decir no al nuevo estatuto: hubo 44 votos a favor, dos en contra y cinco abstenciones.

Las propuestas de Jospin para mejorar "el porvenir institucional y económico" de la isla ya habían sido objeto de un amplio consenso en París. El texto ideado por Jospin prevé escalonar, hasta el año 2004, la ampliación de los poderes corsos, que debieran culminar en el "derecho a realizar adaptaciones legislativas" de leyes dictadas por París; incluso acepta la posibilidad de reformar la Constitución. Esto supone "una puerta abierta a la ruptura de la República", dice la presidenta del gaullista RPR, Michèlle Alliot-Marie. Tampoco es del agrado de Jean-Pierre Chevènement, ministro del Interior, que no quiere avalar la reforma y menos aún tener que defender la posición del Gobierno ante la Asamblea Nacional. Los nacionalistas corsos justificaron ayer su voto: "Se trata sólo de una etapa" que les obliga a plantearse nuevos objetivos, como dijo Paul Quastana, de Corsica Nazione. "Reclamamos una verdadera política de desarrollo de la lengua corsa, un freno a la descorsización de los empleos, un freno a las intenciones especulativas y una solución para un tema al que somos muy sensibles: el de los prisioneros políticos", alegó Guy Talamoni, también de Corsica Nazione. Los liberales fueron quienes más favorables se mostraron al texto de Jospin. El presidente del Parlamento regional, José Rossi, calificó de "histórica" la votación y prometió usar su influencia y convencer al presidente Jacques Chirac de la bondad del estatuto.