Seis países sellan el pacto para el nacimiento de una industria militar europea común
Europa dio ayer un paso significativo en el desarrollo de una política común de defensa y seguridad con la firma, en Farnborough (al sur de Inglaterra), de un acuerdo marco de colaboración entre los Gobiernos de los seis principales fabricantes europeos de armamento, entre los que está España. "Es un salto gigantesco hacia la convergencia", declaró en Inglaterra el ministro de Defensa, Federico Trillo, tras firmar el documento y confirmar la intención del Gobierno de adquirir 36 unidades del nuevo avión de transporte militar, el Airbus-400M, destinado a sustituir a los viejos Hércules en servicio.
Un 'club' abierto
La feria aeronáutica internacional de Farnborough, una de las más importantes que se celebran en el mundo, fue escenario ayer de "dos hitos" en la historia de la defensa europea, en palabras de Trillo: la firma, por una parte, de un convenio político y jurídico para potenciar la reestructuración de la industria de defensa europea, rubricado por los ministros de Defensa de España, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y Suecia; y, por otro, el lanzamiento oficial del avión de transporte Airbus A-400M, con la fabricación inicial de 225 unidades.Este acuerdo marco es la consecuencia de la carta de intenciones firmada por los mismos países el 27 de julio de 1998. Tras dos años de negociaciones, el documento marco aspira a facilitar la reestructuración y cooperación de la industria europea. Cada Gobierno firmante se compromete a modificar sus respectivas legislaciones con el objeto, dijo el responsable británico de Defensa, Geoffrey Hoon, "de eliminar todos los obstáculos" al desarrollo industrial. Esta cooperación se extiende al intercambio de información confidencial y tecnología, y a facilitar la exportación entre los seis países firmantes.
[El tratado, según expertos, no soluciona los problemas, sólo refuerza la voluntad política de esos seis países. Quedan, por ejemplo, sin resolver asuntos clave como la cesión de autonomía en materia de defensa y el hecho de que la construcción de una industria defensiva europea generará reestructuraciones en el sector con cierres de empresas o reducciones de plantilla, señala el informe semanal de la revista Política Exterior].
Las dificultades, además de la aparente lentitud con la que se mueven los seis Gobiernos, no hicieron mella en el optimismo de los ministros. Trillo, por ejemplo, dijo que se trata de "un paso decisivo para la consolidación de la defensa europea". El ministro español fue más concreto: "Si compartimos misiones humanitarias y de defensa común, también debemos poner las bases para que en el futuro exista un armamento común. Es un gran paso hacia la convergencia de la defensa y seguridad europeas". El responsable español de Defensa calificó de "procesos confluyentes" las iniciativas que surgen en el contexto de la OTAN y la creciente integración de la industria europea.
"No es un club exclusivo. Con el tiempo, otros países europeos que comparten nuestros principios podrán unirse", señala el comunicado oficial de un convenio que sienta las bases para la creación de una industria común europea capaz de competir con el líder estadounidense. En la práctica, el acuerdo supone, señaló Trillo, la necesidad de "allanar el terreno y eliminar los obstáculos" para que las compañías españolas de defensa participen activamente en el proceso de consolidación internacional que avanza a pasos agigantados. Otro signo visible del compromiso hacia una futura convergencia de la defensa europea se observó ayer en la feria de Farnborough. Mientras el Eurofighter y otros modelos de nueva fabricación efectuaban ejercicios de vuelo y combate, el consorcio Airbus recibió intenciones de adquisición de 225 unidades de su modelo de transporte militar, el A-400M, incluidas 27, más una opción para nueve más confirmadas por el Gobierno español.
Un grupo de trabajo, encabezado por el Reino Unido, deberá fijar, en un plazo no determinado, el precio final al que saldrá el avión que, en el caso español, suplantará a los actuales Hércules.
La solicitud de España de participar en la convención OCCAR (Organización Conjunta de Cooperación en materia de Armamento), que Trillo confirmó ayer, aporta garantías adicionales para evitar oscilaciones excesivas en el precio final.
"El retorno para España será del 100%", puntualizó el ministro. La rentabilidad parte de la premisa de que la antigua empresa aeronáutica CASA, ahora miembro de la compañía European Aeronautic Defense and Space (EADS), montará toda la producción del A-400M en Sevilla. "Es un paso significativo para la estabilidad de la empresa. Confirma, además, nuestra vocación europea", defendió el ministro.
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