Putin se reúne hoy con los oligarcas en el Kremlin

Gusinski será uno de los grandes ausentes de la reunión que hoy mantendrá Putin en el Kremlin con una veintena de oligarcas, muchos de ellos enriquecidos a costa del Estado (y gracias a sus conexiones con el poder) con las privatizaciones de grandes empresas durante la etapa de Borís Yeltsin. La cita pretende fijar las reglas del juego en las relaciones entre el Kremlin y el gran capital. Tampoco estarán Borís Berezovski (que últimamente ha roto amarras con el presidente) ni su socio Román Abramovich, aparentemente el oligarca favorito de Putin. Pero sí otros acosados en mayor o menor medida por los fiscales, como Vladímir Potanin, Vaguit Alejpérov, Rem Viájirev y Mijaíl Friedman.

Una importante ausencia (que se explica por una entrevista con el presidente de Finlandia) será la de Anatoli Chubáis, ex vicejefe de Gobierno, cerebro de las privatizaciones y jefe del monopolio eléctrico. Chubáis declaró ayer que, con un solo gesto, Putin podría despejar los temores de oligarcas e inversores internacionales a la inestabilidad que provocaría revisar con el código penal en la mano el desmantelamiento del imperio industrial soviético. Pero, añadió, si el presidente insiste en proclamar la independencia de los fiscales (en la que nadie cree), estos entenderán que sigue abierta la veda, lo que podría suponer nuevas detenciones de grandes empresarios.

La gran duda es si Putin negociará un compromiso o se limitará a imponer sus condiciones confiado en tener la sartén por el mango tras sus últimos éxitos. Su intento de reforzar el poder central ha pasado ya el trámite parlamentario, así como los aspectos fundamentales de la reforma fiscal. Ahora le falta meter en cintura a los oligarcas, con un objetivo triple: rescatar el poder político que conquistaron con Yeltsin, poner a su servicio los medios de comunicación que controlan y hacer que devuelvan a un Estado exhausto parte de lo que se quedaron a precio de saldo.