La vivienda como especulación
Un colectivo parodia en la calle el imparable encarecimiento de los pisos en Vitoria
La cuestión de la vivienda en Vitoria es, con los comentarios sobre el clima, una de los asuntos inevitables y recurrentes en la ciudad. Igual que todos hablan con conocimiento de causa sobre el tiempo, la carestía de los pisos ha convertido a los vitorianos en expertos inmobiliarios. Y el colectivo 8812, que engloba a un grupo de ciudadanos que desde hace más de un año se ha convertido en azote de las instituciones por no impedir que el precio de los pisos crezca sin parar, ha parodiado durante el fin de semana una vez más el mercado de la vivienda, esta vez en la emblemática Plaza de los Fueros de la capital alavesa, y usando como modelo el popular Monopoly. La ciudad es un tablero, los precios de las casas por calles son las casillas, las fichas son los ciudadanos y los jugadores que manejan estas piezas son la banca y los especuladores. "Las fichas/ciudadanos son los que pagan el pato de la especulación inmobiliaria que existe en Vitoria", dice Álvaro Anta, portavoz de esta iniciativa social que organizó el denominado Especulopoly. "Según los datos oficiales, ahora existen en Vitoria cerca de 10.000 viviendas desocupadas y, sin embargo, siguen subiendo los precios día tras día".
El colectivo 8812 se dio a conocer hace más de dos años cuando aparecieron numerosas pintadas en la ciudad con una cifra enigmática que nadie supo identificar (el número de viviendas entonces vacías en la capital alavesa, según sus datos). Posteriormente, en muchos portales fueron colocadas unas hojas con el membrete del Ayuntamiento y apariencia de oficialidad que anunciaban una oferta de pisos en condiciones privilegiadas.
La gran cantidad de llamadas recibidas por los gestores municipales y la denuncia del propio consistorio obligó a los responsables del panfleto a salir a la luz. Se presentaron, eso sí, enmascarados, y se autodefinieron como un colectivo que aglutinaba a todos los disconformes y afectados por las políticas de vivienda, al margen de ideologías. Desde entonces han señalado con el dedo las viviendas desocupadas de Vitoria como ejemplo palmario de su crítica a la política inmobiliaria del Gobierno vasco y el Ayuntamiento.
En el caso del Especulopoly, varios jugadores ataviados con trajes oscuros y sombreros de copa, y que adoptaban nombres que recordaban a conocidos promotores inmobiliarios de la ciudad, lanzaban dos enormes dados que situaban a las fichas/ciudadanos en casillas. En ellas figuraban nombres de calles y el precio medio de las viviendas en dicha zona, así como empresas de agua o de luz a las que debían abonar las tarifas respectivas. En cada esquina del tablero esperaba la temida Caja Letal -en alusión transparente a la Caja Vital, la institución que más préstamos hipotecarios otorga en Álava-, que cobraba a las piezas 150.000 pesetas de comisión. Después de un año de gestión del PP en el Ayuntamiento, "los precios se han incrementado", se quejaban los organizadores de la parodia.
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