La familia ha recibido 400 llamadas anónimas
Falta de pistas
La familia de Jhonatan ha recibido en los 57 días de desconsuelo más de 400 llamadas, muchas anónimas y falsas; otras bienintencionadas, ninguna eficaz para encontrar al menor.La abuela del pequeño quería recorrer cada rincón de España, el sur de Francia y Portugal en busca de su nieto desaparecido. "Teníamos que estar ya allí", afirma cuando se le pregunta por el caso. "Queríamos ir por la frontera con Francia y meternos al extranjero, pero no tenemos dinero para el viaje", se lamenta. "Íbamos a comprar una furgoneta de segunda mano con el dinero de la indemnización por mi hijo pero todavía no lo hemos cobrado", señala el abuelo de Jhonatan. El padre murió en un accidente de coche.
Madre y abuela han recibido llamadas de gente que afirmaba haber visto al pequeño en algún punto de la Comunidad de Madrid y que han despertado sus ilusiones de recuperar al niño.
"Algunos lo hacen con toda su buena intención porque de veras creen que han visto al pequeño pero otros nos gastan bromas guarras", afirma Inmaculada, la abuela, quien recuerda que en plena búsqueda de Jhonatan les llamó una persona por teléfono para gastarles una broma macabra: "Nos puso al teléfono a un niño llorando y dijo que era el Chuky [apodo cariñoso que le puso la abuela al pequeño porque tiene el pelo de punta]. Entonces le pasé el teléfono a la Rosi [la madre] pero se dio cuenta de que no era su hijo y les dijo: 'Cómo sois tan guarros y tan sirvengüenzas". Rosi se vino abajo nada más colgar y se hundió en un llanto desconsolado.
La falta de pistas del pequeño hace que la abuela y la madre del pequeño respondan a cualquier llamada con un mínimo de credibilidad. Hace tres días, una voz de hombre al otro lado del teléfono les dijo que había visto al pequeño en una zona de acampada. "Un chico nos llamó y nos dijo que estaba seguro de haber visto al pequeño en un camping de romanís, lleno de guiris, cerca del aeropuerto de Barajas. Fuimos a buscarle con el chico que llamó, hasta la policía se vino con nosotros, pero no era mi nieto", explicó Inmaculada.En el camino se han convocado manifestaciones con apoyo desigual. Algunas con varias decenas de familiares de Jhonatan por las calles de San Fernando, otras con concejales apoyando a la madre del pequeño.
"Ya no sabemos qué más hacer. Esto ya es demasiado. Parece que se lo ha tragado la tierra", se queja Inmaculada, una abuela de 38 años, que no puede reprimir el llanto mientras habla de su nieto.
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