Las corrientes críticas endurecen su ataque contra la dirección del PA por avalar la candidatura de Ortega

Las descalificaciones entre los distintos cabecillas andalucistas, en liza por el control orgánico de la formación, que se decidirá en el congreso de octubre, se recrudecieron ayer notablemente. Los ataques coincidieron con el respaldo formal de la ejecutiva a la lista que encabeza Antonio Ortega. Pedro Pacheco acusó al actual presidente Alejandro Rojas-Marcos de "aprovecharse" del partido y le emplazó a explicar el "tinglado económico-financiero-urbanístico". Tampoco Julián Álvarez, líder de la corriente Nuevo Andalucismo, se anduvo con chiquitas y comparó los métodos de la dirección con los empleados por el PRI para perpetuarse en el poder en México.

Antonio Ortega confirmó ayer formalmente que aspira a repetir como secretario general del Partido Andalucista, dentro de la candidatura bendecida por la denominada comisión institucional. La ejecutiva andalucista añadió ayer cuatro cargos públicos a esta lista para reforzar su perfil institucional y dio vía libre a la modificación orgánica para desligar la presidencia del partido de la disputa congresual entre las tres candidaturas anunciadas. A pesar de la dura batalla entre ellas, Ortega cree imposible una escisión en la familia andalucista: "Ya no hay nadie en este partido capaz de conducirlo al precipio". Las principales figuras en liza por el control orgánico del Partido Andalucista multiplicaron ayer sus comparecencias públicas en una cascada de intervenciones, que se inició en Córdoba con un duro ataque verbal del alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, contra el actual presidente Alejandro Rojas-Marcos, al que acusó de "aprovecharse del PA, de sus siglas y de lo que significan". Pacheco le tildó de "cobarde político" por no haber explicado "el tinglado económico-financiero-urbanístico" denunciado hace tiempo, informa Europa Press.

"Se comentan por sí solas", respondió escuetamente Antonio Ortega, horas después desde la sede nacional del PA. Tampoco Alejandro Rojas-Marcos quiso pronunciarse sobre ellas.Ortega se explayó más sobre las críticas proferidas ayer por su rival de la corriente Nuevo Andalucismo, el alcalde de Écija, Julián Álvarez, que acusó a la actual dirección de utilizar métodos para mantenerse en el poder como los empleados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en México. Álvarez descalificó así la decisión de la ejecutiva de presentar una candidatura oficial, encabezada por Ortega, al XII congreso. Esta lista consta de 33 miembros, pero sólo 16 tienen ya nombre y apellidos. Los demás se cerrarán durante las negociaciones congresuales.

La candidatura oficial recoge la propuesta de la comisión institucional, a la que se agregaron cuatro miembros propuestos por la dirección: el portavoz del grupo parlamentario, José Calvo, el eurodiputado Carlos Bautista, el diputado nacional José Núñez y el consejero de Turismo José Hurtado. Conforman el resto del equipo, entre otros, el alcalde de Algeciras, Patricio González; la viceconsejera de Turismo, Ana María Uruñuela, el alcalde de Vera (Almería), Félix López; la portavoz en el Ayuntamiento de Sevilla, Paola Vivancos, el profesor de la Universidad de Huelva, Francisco Revuelta.

Ortega destacó de la lista tres rasgos: renovación de cargos, integración territorial e institucionalización del partido. "No hay nadie que tenga una representación pública en el partido que no esté en la lista", dijo. El aspirante a la secretaría general tendió la mano a todos los "quieran sumar para aportar algo y caminar en el proceso de renovación" y aclaró que no debe confundirse con "un quítate tú para que me ponga yo". Antonio Ortega recordó que el alcalde de Écija, uno de sus rivales, tuvo el poder sobre el partido en los IX y X congresos y "estuvimos al borde de la desaparición". "Desde luego, me lo dejaron en la ruina", agregó.

A pesar del tono duro empleado entre las distintas corrientes que aspiran a controlar el partido en el congreso de octubre, Ortega no ve riesgo de fracturas internas, al igual que el presidente Alejandro Rojas-Marcos, que cree garantizada la unidad andalucista.

Rojas-Marcos, que aseguró que sólo repetirá como presidente si el partido se lo propone, explicó ayer la modificación estatutaria que cambia el papel de la presidencia del PA y lo deja fuera de la batalla congresual. Esta reforma, que cuenta con el visto bueno de críticos como Julián Álvarez o Antonio Moreno, reduce el papel presidencial a una labor representativa sin poder ejecutivo. A partir de ahora, el presidente del PA sólo estará al frente del consejo andalucista de gobierno y no de la comisión ejecutiva.