Mario Gas pide "más planificación y menos dirigismo" a las instituciones
Enjambre cultural
El primer movimiento de ficha de las entidades firmantes del manifiesto sobre la falta de atención de las instituciones a la cultura se celebró el pasado martes en el auditorio del FAD, que casi consiguió llenar sus 250 asientos disponibles. "Seguiremos insistiendo", fue el grito de guerra de Ramon Bigas, presidente de la entidad anfitriona. Mucho habrá que insistir en el mundo de la cultura si quiere recuperar un protagonismo y una atención que parece ahora desdibujada en toda Cataluña. Y no sólo por la falta de apoyo de las administraciones, que ése era al tema que juntó en una misma mesa al coreógrafo Ramon Ollé, al diseñador Peret, al pintor Hernàndez Pijuan, al arquitecto Dani Freixes, a la escritora Marta Pessarrodona, a la cineasta Rosa Vergés, al director teatral Mario Gas, a la artista Macarena de la Vega y al músico Jordi Sabatés. También habrá que preocuparse de que los distintos sectores sepan vertebrar, junto a sus demandas específicas, un verdadero espacio donde interactúen de manera natural el público, los creadores, las instituciones y la empresa. El debate, conducido por los periodistas Albert Vinyoli y Jordi Beltran, fue en varios momentos una mirada personal y sectorial. Algo así como una terapia de grupo. Rosa Vergés reclamó una sensibilidad especial de las instituciones para preservar el patrimonio cinematográfico, demanda que fue secundada por Jordi Sabatés, que también denunció la visión estrecha del concepto de cultura catalana por parte de la Generalitat. Ramón Ollé terció: "Aunque no utilicemos la lengua, el trabajo de los bailarines también forma parte de nuestro patrimonio cultural". Pessarrodona reclamó más atención al catalán, aunque Peret se decantó por el apoyo "a la calidad, independientemente de la lengua empleada".
Mario Gas fue quien supo extrapolar mejor su mundo teatral de procedencia y plantear cuestiones válidas para todo el enjambre cultural. De las instituciones reclamó "más riesgo, más amor a la cultura, más planificación, más dinero y menos dirigismo". Desde la mesa se volvió a pedir una reforma de la ley de mecenazgo, aunque advirtiendo del riesgo de caer en el dirigismo de los patrocinadores.En el turno de intervenciones del público una voz puso en evidencia a la mesa. "Me ha parecido un debate con demasiada corrección política", dijo Jesús Ángel Prieto, director de la Escuela Massana. En ese momento del acto, el presidente del Parlament, Joan Rigol, que había escuchado como Hernàndez Pijuan lamentaba cómo las obras del Museo de Arte Moderno se encontraban embaladas para dejar espacio a nuevas dependencias de la cámara legislativa, ya había salido de la sala y el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell, comentaba de manera informal la gran actividad que se generaba en Barcelona con jóvenes treintañeros. Lástima que muy pocos de ellos se hallaban en la sala. Quizá ellos sí saben qué le pasa a la cultura.
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