La Seguridad Social aumentó en 550.000 sus afiliados hasta junio

La afiliación a la Seguridad Social de trabajadores ocupados logró en el primer semestre de este año la cifra récord de 15.127.020 cotizantes y ha experimentado en ese periodo un crecimiento de más de medio millón de trabajadores (548.694). La media de altas por día entre los meses de enero y junio ha sido de 3.014 personas y la evolución de los afiliados ocupados ha crecido un 3,8% en el semestre.

Según las cifras facilitadas ayer por el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, la tasa de crecimiento interanual desde junio de 1999 al mismo mes de 2000 se sitúa en el 4,9% para el conjunto del sistema y en el 6,4% para el régimen general de trabajadores por cuenta ajena, en el que se encuentran siete de cada 10 trabajadores. En estos asalariados se concentra el aumento del número de afiliados ocupados (77.337 trabajadores) experimentado en junio de este año.En el régimen general, se ha producido una subida en el primer semestre de 512.349 cotizantes, y alcanza la cifra total de 11.162.020 afiliados. En la evolución de los regímenes especiales destaca el incremento de los autónomos que alcanzan los 2.577.681 ocupados (49.341 más en el primer semestre) y que han crecido en el último año un 2,4%. En cuanto a la incorporación de la mujer al mundo laboral, el aumento de mujeres afiliadas a la Seguridad Social (un 3,5%) entre enero y junio se acerca al de los hombres (un 3,9%).

Aparicio también señaló que el Gobierno quiere que quede reflejado en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos del próximo año los incentivos para continuar la vida laboral de forma voluntaria después de los 65 años. El ministro, en la inauguración del seminario La seguridad social de 2000, cien años después, que se desarrolla esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, dijo que el Gobierno no pretende que este tema "sea una cuestión de conflicto sino de acuerdo en las mesas de diálogo social". La idea del Ejecutivo es dar "unos incentivos suficientemente fuertes como para que sea atractivo para ambas partes, el empresario y el trabajador, y con la única cautela de que no se genere un mercado de competencia desleal hacia los jóvenes, mujeres u otras personas".

El ministro de Trabajo hizo también referencia a la reducción de la siniestralidad laboral y señaló que "financieramente tiene que dejar de ser indiferente tomar las medidas adecuadas o no tomarlas". "Debe haber una clara discriminación a favor del que sí está tomando las medidas correctas para evitar siniestralidad en su empresa, frente al que no las está poniendo que tiene que asumir una mayor carga", afirmó. Su intención es poner este cambio en marcha para 2001.