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Tribuna:TECNOLOGÍA
Tribuna
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Aprovechemos la oportunidad

No es fácil entender a los políticos valencianos, a veces presumen del "poder valenciano" como si fuera una reafirmación autista, mientras que cuando ocurre algo realmente bueno para esta tierra, lo ignoran perdiendo la posibilidad de transmitir real y legítimamente un proyecto de futuro.A veces por estos pagos tenemos suerte aunque olímpicamente lo ignoremos. La Comunidad Valenciana es la primera, gracias al cable, en disfrutar de la verdadera tarifa plana, uso sin límite durante 24 horas, por 2.500 pesetas mensuales (más 4.995 de cuota de alta). Único requisito, ser uno de los 500.000 hogares cableados a los que se ofrece también telefonía.

Para darse con un canto en los dientes. ¡ Cuántas paradojas! El turismo flojeando, Terra Mítica fundiendo mas millardos que los razonables y sin embargo, sin ningún riesgo de déficit público, nuestra Comunidad está en las mejores condiciones de infraestuctura para su inmersión en la sociedad de la información.

Esta situación no se la debemos, en absoluto, ni a Telefónica, ni a la política de Fomento. Hace ahora 15 meses que Arias Salgado, BOE mediante, prometió la tarifa plana en Valencia, por ADSL (una tecnología basada en el reaprovechamiento del cable telefónico) para noviembre de 1999. Ya dijimos, en su momento, en esta misma tribuna (Ver EL PAÍS del 12 de febrero de 2000) que pasaría la primavera sin ninguna instalación disponible en nuestra Comunidad. Ahora ya sabemos la dimensión del engaño, según los Planes de Servicios de Telefónica de España habrá 25.000 clientes de ADSL a fin de año (de los cuales menos de 5.000 en la Comunidad Valenciana). Unas cifras lindantes con el sarcasmo, cuando las listas de espera es de varias docenas de miles y la demanda del mercado español supera ya con creces los cuatro millones de internautas.

Esta falacia técnico-política fue de tal dimensión, que la nueva ministra del ramo se la ha tenido que jugar al ordenar una tarifa plana, disfrazada de medida liberalizadora, basada en la red telefónica básica, que sólo funciona en horas valles, con el riesgo de que ésta funcione en condiciones precarias, ya que nadie garantiza que nuestra red esté en condiciones de soportarla. De hecho, entre los técnicos hay unanimidad al afirmar que, en el momento actual, la red de conmutación telefónica no soportaría las consecuencias de la tarifa plana completa, pues las centrales y las líneas se saturarían y la calidad del servicio sería ínfima.

La telefonía tradicional se ha convertido en la oveja negra de las telecomunicaciones a pesar de que este servicio se considere básico para el desarrollo de una sociedad. La reorientación estratégica que ha vivido Telefónica ha hecho de este sector el peor parado de todos en los que opera la compañía.

Pero Villalonga, en este punto no ha engañado, lo anunció en 1997: "Telefónica va a dejar de ser una operadora tradicional y se convertirá en una compañía global, presente en los sectores de futuro, no será un mero transportador de minutos, sino que además controlará los contenidos que transporte por sus redes". Los ciudadanos creíamos que la acción de oro tenía que servir mas para garantizar el servicio público, que para ser usada en operaciones político-financiera de gran calado. No ha sido así, una vez que Fomento se mostró satisfecho por la digitalización de la red que había realizado Telefónica (está por encima del 95%) su mejora continua ha pasado a dormir el sueño de los justos, ante el argumento de que Fomento no podía exigirle invertir en la red cuando le mantenía congeladas las tarifas metropolitanas, todo un elemento desincentivador de la inversión para mejorar un servicio que ya no era rentable. Tras dos años de competencia, la filial de telefonía básica ha entrado en pérdidas y va perdiendo peso en el grupo. Sus ingresos ya sólo representan el 37% de los ingresos totales, 10,7 puntos menos que en el ejercicio de 1998.

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La pretensión del equipo de la ministra Virulés de poder dar tarifa plana para Internet, con una calidad de servicio aceptable, sin poner en riesgo el servicio de voz, es una cuestión que está todavía por demostrar y los ingenieros andan más que preocupados por ello. Afortunadamente, nuestra Comunidad puede ver con una cierta tranquilidad estos avatares de Telefónica, ya que tiene por ahora, la mejor infraestructura de cable.

Aprovechemos esta oportunidad y empecemos a utilizar nuestro recursos humanos en ello y caiga sobre nuestros políticos y nuestra sociedad civil toda la responsabilidad si no somos capaces de impulsar las posibilidades de esta coyuntura.

Gregorio Martín es catedrático y director del Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia.

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