La furgoneta utilizada en el atentado había sido robada en Francia
El coche bomba que hizo explosión ayer en la parte trasera del cuartel de la Guardia Civil en Ágreda era una furgoneta de marca Peugeot que había sido robada en Francia, según el delegado del Gobierno en Castilla y León, Isaías García Monge. El vehículo tenía una matrícula falsa de Soria. La alcaldesa del pueblo, María Jesús Ruiz, dijo que el atentado podía haber sido "una tragedia muy grande" por la proximidad de una escuela-hogar.
Escuela a pocos metros
El coche bomba contenía entre 25 y 30 kilos de explosivo, según García Monje, que se desplazó hasta Ágreda, una vez que los artificieros de Navarra y de Burgos finalizaron la inspección de los restos del vehículo. El delegado confirmó que la furgoneta tenía matrícula falsa de Soria, según comprobaron las fuerzas de seguridad a través del número de bastidor.Añadió que las primeras investigaciones apuntan a que el atentado ha sido efectuado por la banda terrorista ETA, algo que luego ratificó el ministro del Interior, Jaime Mayor, y que los terroristas pudieron llegar a Agreda en esta furgoneta y en otro automóvil que les sirvió posteriormente para huir. El delegado del Gobierno indicó que se ha comprobado que no consta ninguna llamada de aviso, ni al cuartel ni a ninguna otra dependencia policial o del gobierno, y se congratuló de que tan solo haya habido una herida leve.
Confirmó, en conferencia de prensa, que los daños son elevados en los edificios adyacentes a consecuencia de la metralla que contenía el coche bomba, afectando especialmente a ventanas, puertas y cristales.
Los daños fueron sobre todo materiales, pero la alcaldesa de Agreda, María Jesús Ruiz, del PP, aseguró ayer que la explosión pudo originar una tragedia "muy grande" porque a escasos metros se encuentra una escuela-hogar en la que por suerte no había niños al ser día festivo. Ruiz, que condenó este nuevo acto terrorista, precisó que el asesinato y la violencia no tiene legitimidad para nada y recordó que, tras ser informada del atentado, su primer pensamiento se dirigió al concejal de su partido, José María Martín Carpena, asesinado anoche en Málaga. Subrayó que los guardia civiles de esta localidad están afectados por este suceso y descartó que la elección de esta localidad se deba a su proximidad con Navarra o con Aragón.Las casas cuartel de la Guardia Civil han sido un objetivo preferente de los atentados etarras. Con el de ayer, se eleva a 18 el número de coches bomba colocados, desde 1985, por ETA en España contra casas cuartel y edificios de la Guardia Civil, que han causado 31 muertos. El atentado más grave por el procedimiento del coche bomba fue el que en 1991 se cometió contra la casa cuartel de la localidad catalana de Vic (Barcelona), que causó 9 muertos y más de 30 heridos. La última vez que ETA había atentado contra una casa cuartel fue el 1 de noviembre de 1996 cuando atacó el cuartel de Buñuel, en Navarra, con un saldo de cinco heridos.
El 27 de mayo de 1987 una persona murió y otras tres sufrieron graves heridas en tres atentados, con otros tantos coches bomba, contra tres centros militares de Madrid: la Dirección General de la Guardia Civil, el Cuartel General de la Armada y el Cuartel General del Ejército del Aire.
En septiembre de ese mismo año, dos guardias civiles murieron por la explosión de un coche bomba activado a distancia por etarras en Gernika (Vizcaya).
El 11 de diciembre, 11 personas -entre ellas cinco niños- fallecen al estallar otro coche bomba con 50 kilos de explosivos en la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza. En noviembre de 1988, el civil Jaime Bilbao Iglesias y el niño de dos años y medio Luis Delgado Villalonga mueren al hacer explosión una furgoneta bomba frente a la Dirección General de la Guardia Civil, en Madrid.
El 2 septiembre de 1990, un guardia civil y un civil murieron al estallar un coche bomba dirigido a distancia por ETA y lanzado hacia la garita de guardia situada en el muelle de Uribitarte (Bilbao). El 16 de ese mes hay tres víctimas mortales (dos policías municipales y un civil) y 30 heridos en un atentado de ETA registrado en Muchamiel (Alicante), al hacer explosión un coche-bomba frente al cuartel de la Guardia Civil.
En febrero de 1992, un policía nacional murió al estallar un coche-bomba con 20 kilos de amonal junto a la Comandancia de la Guardia Civil de Murcia. El 30 de noviembre, un subteniente jubilado de la Guardia Civil falleció por la explosión de un coche-bomba en el madrileño barrio de Moratalaz, frente a viviendas de guardias civiles.
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