_
_
_
_

Málaga exhibe los fondos de pintura andaluza del siglo XIX del Museo Nacional de Cuba

La colección, que abarca 59 cuadros, se expone por primera vez en la comunidad

Un total de 59 óleos de 32 pintores andaluces fechados entre los primeros años del siglo XIX y los inicios del siglo XX se exhiben hasta el 31 de agosto en el Palacio Episcopal de Málaga. Su principal atractivo reside en ser piezas de la colección del Museo Nacional de Cuba que viajan por vez primera a la región donde fueron creados. Pintura religiosa, retratos, paisajes, escenas costumbristas y algunas piezas de carácter histórico rodean a esta muestra patrocinada por Unicaja y a la que la consejera de Cultura, Carmen Calvo, comparó ayer con los "cantes de ida y vuelta".

Más información
El teatro romano

Gustos de la burguesía

Calvo, que inauguró la muestra junto al presidente de la primera entidad financiera andaluza, Braulio Medel, y la directora del Musee Nacional de Cuba, Moraima Clavijo, aseguró: "Con esta pintura sucede como lo que los flamencos decimos de los cantes, que ha hecho un viaje de ida y vuelta". La consejera añadió que "si existe algún lugar en el mundo mágico, además de Andalucía, ése es, sin duda alguna, Cuba". La consejería ha cedido el Palacio Episcopal para la muestra, además de gestionar el préstamo entre instituciones y ayudar a la restauración de algunos cuadros.Por su parte, Medel adelantó que esta muestra, que más adelante visitará otras ciudades andaluzas como Sevilla y Almería, será la primera de una serie de intercambios entre el museo cubano y Unicaja. Las próximas exposiciones se nutrirán de los fondos paisajísticos del museo y de su colección de pintura inglesa y norteamericana. En referencia a la insistencia en exposiciones de pintura del siglo XIX patrocinadas por Unicaja, Medel aseguró que "cuando se le saca gusto a las cosas es cuando se insiste y se ahonda mucho en ellas".

Guerra de la independencia

La muestra supone, sin duda, un buen ejemplo de la evolución de los gustos pictóricos de la burguesía andaluza y ratifica el peso de las distintas escuelas sevillanas al encontrarse allí el principal puerto de intercambio comercial entre Cuba y la península.Así ratifica cómo la mezcla entre exotismo romántico y costumbrismo puso de moda en Europa una serie de motivos paisajísticos -menudean escenas situadas en Sevilla o Cádiz- y tipos humanos -majas y majos, toreros, gitanas o guitarristas- dentro de la fiebre pintoresquista que en aquellos años arrasaba entre la nueva burguesía.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Otro gran nutriente de la muestra lo constituye la pintura religiosa, en su mayoría obras realizadas a la manera de o directamente versiones de maestros barrocos como Murillo, Ribera o Alonso Cano. Y por fin se encuentran los retratos, donde destacan piezas muy solventes como el de la escritora Gertrudis Gómez de Avellaneda firmado por Antonio María Esquivel Suárez o varios retratos del granadino José María López Mezquita realizados en los años cuarenta del siglo XX en La Habana y Nueva York.

La pincelada sorollista de este pintor, muy apreciado en su época, y la relajada y satisfecha actitud de los retratados ilustran la evolución de costumbres durante un siglo en el seno de la burguesía. Con piezas de una calidad media bastante aceptable, la muestra ofrece pinturas de autores como José Moreno Carbonero, José Gutiérrez de la Vega, Emilio Sánchez Perrier, José María Romero López, Guillermo Gómez Gil, Manuel Cabral, Alfonso Grosso, o Joaquín y Valeriano Domínguez Bécquer.

La mayoría de los fondos de esta época del museo cubano lo forman colecciones, en su día privadas, de comerciantes criollos, sobre todo relacionados con la industria del azúcar, de la aristocracia y la burguesía españolas en la isla, antes y después de "la larga y justa guerra de la independencia de Cuba y España", según palabras de la directora del Museo Nacional, Moraima Clavijo.Clavijo recordó la "emoción" que suponía para ella que estas pinturas "volvieran al lugar donde vieron la luz después de tantos años" y justificó los traslados por las circunstancias especiales que vive ahora el museo cubano, cuyos fondos se encuentran almacenados mientras se rehabilita y se amplía su sede actual. Nadie le dijo que por estos azares del destino, en Málaga sucedía lo mismo con el Museo de Bellas Artes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_