Luz verde a la concentración de la TV comercial en Reino Unido

Stephen Byers, ministro británico de Comercio e Industria, aprobó ayer el proyecto de fusión, valorado en unos dos billones de pesetas, de Carlton Communications y United News and Media, grupos propietarios, respectivamente, de tres de las 15 licencias regionales del canal comercial ITV. La autorización se extiende también al líder de la televisión comercial en abierto, Granada Media, que tiene cuatro de esas licencias regionales y ha expresado su interés en hacerse con la propiedad de uno de sus dos rivales, que son, al mismo tiempo, socios en ITV.El ministro ha impuesto algunas restricciones: Carlton y United deberán desprenderse de una licencia, Meridian TV, con cobertura en el sureste de Inglaterra. Condiciones similares afectarán a Granada en el momento en que confirme una posible OPA o bien, una absorción amistosa de Carlton o United. Las restricciones se deben a la norma de que ningún operador de televisión en abierto puede reunir más del 15% del total de la audiencia de televisión. La cuota del 11,5% en manos de Granada en la actualidad pasaría al 20,7% en caso de adquirir United; y al 20,4% si se hiciera con la propiedad de Carlton. Estas tres compañías controlan ITV, en la práctica, y la decisión del ministro facilita la concentración en sólo dos.

Con la luz verde gubernamental se eliminan las limitaciones al reparto de publicidad. Un compromiso voluntario, vigente desde 1994, garantiza que ningún operador de ITV controle por encima del 25% del total de la publicidad en televisión. El ganador del inminente juego de fusiones y absorciones entre los tres grandes de la televisión comercial tradicional, que se desatará en los próximos días, excederá ese techo publicitario.

Los accionistas darán la victoria a Granada o, por el contrario, al equipo de Carlton y United, y sentarán las bases para una futura concentración de la propiedad de la televisión comercial. Los operadores demandan esa medida desde la adjudicación de las presentes licencias, en 1992, para contrarrestar la expansión de BSkyB y competir internacionalmente.