400 médicos del Clínico denuncian que trabajan al borde del agotamiento por falta de personal

La Delegación de Médicos del Hospital Clínico de San Carlos de Madrid, integrada por 400 profesionales, ha denunciado, a través de un comunicado, la situación en que se desarrolla su trabajo en las últimas semanas. "El personal trabaja estresado y agotado por la falta de medios. La calidad de la atención que se dispensa no es, en muchos casos, la necesaria", se lamentan. Los médicos piden a la gerencia y a la dirección médica que tengan en cuenta la opinión del personal sanitario para tomar decisiones que afecten al funcionamiento del centro.

Falta de personal

En la nota redactada por 400 médicos de los 782 que trabajan en el centro hospitalario, los profesionales indican: "La masificación de Urgencias, el cierre de camas hospitalarias motivado por la falta de contratación de celadores, auxiliares de clínica y ATS, y, en definitiva, la gestión puramente economicista de la asistencia sanitaria pública, con escasa atención a criterios técnicos y profesionales del personal sanitario, están llevando a nuestro centro a una situación de descoordinación y agotamiento del personal".La nota añade: "La situación está rozando los límites tolerables y superando los morales y humanos de todos los profesionales". Por todo ello, los médicos solicitan que la gerencia del centro hospitalario y la dirección médica tenga en cuenta el sentimiento y opinión generalizados del personal que allí trabaja para que tomen las medidas necesarias.

Consuelo Martínez Cocera, jefe de alergología del Hospital Clínico de San Carlos y miembro de la junta directiva de la Delegación de Médicos del centro, explicó ayer que la situación es "alarmante". "Estamos corriendo graves riesgos en la atención de los pacientes. Los médicos y el personal, en general, estamos estresados por la falta de personal y por la manera en que tenemos que trabajar, y todo ello puede afectar al trato con los pacientes. Estamos corriendo mayores riesgos por el importante déficit de la asistencia".

Este colectivo de médicos indica que los problemas que padecen son consecuencia, por un lado, de la falta de personal, y por otro, de la reducción de las instalaciones. "Julio es un mes casi normal a efectos de urgencias. Los datos cerrados que tenemos del año pasado indican que en este mismo periodo se atendieron 11.914 urgencias frente a las 12.100, por ejemplo, de abril. Este año, las cifras son parejas. La diferencia está en que la plantilla ha disminuido en al menos un 20% y que las urgencias han sido trasladadas provisionalmente a otra parte del centro por unas obras", indican fuentes médicas.Consuelo Martínez Cocera precisa más. "Hay enfermos apilados. Muchos están en los pasillos en sillas cuando deberían estar atendidos de otra manera. En las plantas hay habitaciones con seis camas, cuando la habitual es que sólo haya cuatro enfermos".

El Clínico tiene, según los datos facilitados por este grupo de médicos, 1.040 camas, y la gerencia decidió cerrar 170 durante el verano, pero se ha visto obligada a reabrir 70 ante la avalancha de enfermos, pero no ha contratado el personal necesario para cubrir las vacantes por vacaciones, según denuncian los médicos. "Además, desde hace algún tiempo", explica Martínez Corcera, "tardamos más tiempo en contar con la colaboración de los médicos residentes. En enero se deberían de haber incorporado, pero cada vez retrasan más su llegada. Este año todavía no están en el centro. Es una manera de ahorrar dinero".

Un portavoz de la gerencia del hospital señaló: "La dirección se reunió con la junta de personal y decidió contratar más trabajadores. No puedo precisar el dato ahora. Pero hay otras cuestiones de criterio que ahora, en vacaciones, es difícil de variar y, por tanto, habrá que esperar".

El pasado día 10 de julio, la dirección del Clínico y la junta de personal se reunieron y acordaron contratar entre 39 y 45 enfermeras para cubrir las bajas producidas por las vacaciones. El Sindicato de Enfermería (SATSE) consideró ese día que la medida adoptada era claramente "insuficiente" y "un parche de urgencia que no garantiza plenamente la calidad asistencial".

El Insalud suprimirá, entre julio y agosto, hasta 2.800 de las 10.000 camas hospitalarias que tiene en Madrid. Según su director provincial, Albino Navarro, este hecho no afectará al servicio, pues el año pasado se suprimió el mismo número de camas y aún se quedaron vacías otras 1.000.